Por Gemma GRACIAN
CHOLULA.- Mis queridos lectores hoy vamos a hablar acerca de lo que vivimos en el campo laboral, si bien era muy difícil conseguir empleo después de la pandemia se ha vuelto más problemático y se han acentuado aún más las problemáticas, la edad era una de ellas, el rechazo para las mujeres embarazadas y las personas discapacitadas.
Si bien en el campo laboral ya es difícil la pandemia hizo aún más complejo y acentuó la discriminación en nuestro país, por lo tanto incrementó el desempleo por lo que muchos y muchas ciudadanos y ciudadanas se vieron en la necesidad de ingresar al mercado informal, les comento esto porque el discriminar no solo trae desempleo sino que lleva consigo otras consecuencias más.
Tanto como empresas, microempresas y diferentes órdenes de gobierno tienen que trabajar en combatir la discriminación y ser más incluyentes, esto también ayudará a combatir la inseguridad que se a causado a falta de oportunidades laborales.
Uno de los tipos de discriminación más graves en nuestro país suele ser por género y lo hablo tanto para mujeres como hombres, tienden a no medir capacidades sino quien tiene más disponibilidad de tiempo, si son casadas o casados, si tienes hijos o hijas, entre otras cosas más.
Lamentablemente no solo en México se padece de discriminación por la apariencia física, género, orientación sexual, edad, discapacidad, religión o condición socioeconómica, pero tenemos que ir trabajando en ello, tenemos tantas cosas que mejorar en nuestro país pero si empezamos desde las cosas más simples podemos mejorar muchas de las problemáticas que existen.
No olvides que el no ser discriminado en tu empleo es un derecho y que puedes denunciar, recuerda que pasar por alto cualquier tipo de discriminación es fomentar a qué cualquier persona lo haga no solo contigo sino con los demás.
Cómo los ciudadanos y ciudadanas que somos podemos empezar por respetarnos sin importar la apariencia física, género, orientación sexual, edad, discapacidad, religión o condición socioeconómica.