Por Cuauhtémoc BETANZOS
CHOLULA.- El Presidente y su proyecto autoritario llevan 3 domingos seguidos con una mala racha y la crisis de aceptación se empieza a materializar en derrotas muy profundas que vive el actual régimen, y en lo particular los últimos tres domingos con tres hechos en concreto: el fracaso del ejercicio de Revocación de Mandato, la contención de la Reforma Eléctrica y las declaraciones de Trump sobre su pésimo papel diplomático.
El gobierno ya venía arrastrando un desgaste muy marcado después de las evidencias de actos de corrupción en sus miembros y familiares de ellos, ya que se ha caído su principal bandera. Pero la caída va aumentando su velocidad y los últimos domingos ha sido caóticos en Palacio Nacional.
Primero con la que ya calificaron como un ejercicio demagógico varias misiones internacionales, la Revocación de Mandato y su muy insuficiente participación para hacerla válida, quedó demostrado que ya no cuenta con el apoyo social con el que llegaron a gobernar y que la gran mayoría de la sociedad civil no lo apoya ni acompaña en sus intentos de promoción personal.
Después, la derrota histórica legislativa que vivió cuando su Reforma Eléctrica se convirtió en la primera iniciativa que manda el Ejecutivo al Legislativo que no cuenta con los votos suficientes para su aprobación, lo que sigue después de esa derrota muestra lo profundo de la herida y lo mucho que les dolió.
Y por si fuera poco, el domingo pasado vimos en un evento público al ex-presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, mofarse juntos con sus seguidores de la facilidad con la que dobló al Gobierno mexicano en una negociación sobre la protección de la frontera con ese país; en donde terminaron por ceder ante la presión y enviaron a 28 mil elementos de la Guardia Nacional a la frontera de manera gratuita.
La picada en la que se encuentra el actual gobierno es solo la consecuencia de un gobierno que ha decidido gobernar solo para un hombre y que mienten sistemáticamente. Que además ha decidido dividir al país, rompiendo así con un valor fundamental en el proceso de construcción de un mejor México, el valor de la unidad nacional. Pero son ellos mismos quienes están cavando su propia tumba.