Por Dr. Omar Josué ROJAS VÁZQUEZ
CHOLULA.- Desde hace algunas semanas se ha hablado que la enfermedad por SARS-CoV2 estaba por entrar a una fase de endemia, si bien esto no significa el final de la pandemia, corresponde a una nueva etapa donde la enfermedad estará siempre presente, de manera controlada.
Tal como la Influenza A-H1N1, que se volvió endémica en nuestro país tras la pandemia de 2009, brotes esporádicos de SARS-CoV2 serán la nueva normalidad, vacunación anual, y el retiro paulatino de mascarillas serán los mejores indicadores sociales de que la pandemia está terminando.
Si bien el virus no va a desaparecer de un día para otro, esto es difícil que suceda, debemos acostumbrarnos a vivir con el, a convivir día a día con las medidas sanitarias adecuadas, tenemos 2 largos años de aprendizaje, en los cuales, hemos pasado de ser sumamente vulnerables, a desarrollar una inmunidad colectiva y adquirida, por medio de la vacunación.
Tenemos un panorama optimista, pronto el virus circulará como hasta ahora, con la diferencia de que cuidaremos a los vulnerables y los demás estaremos en relativa protección, asociada a la vacunación, así como con la Influenza estaciona, la H1N1 y el resfriado común, son las comorbilidades a las que debemos prestar atención para evitar complicaciones mayores.
Si pensamos en levantar restricciones cuando tengamos cero muertes por COVID, entonces el confinamiento será mucho más largo, en una mala temporada de gripe, puede haber hasta 250 muertes diarias en invierno, y pese a ello, nunca se ha establecido el uso de mascarillas o distanciamiento social en dicha situación.
Es muy probable que, junto con la vacuna de influenza, se apliquen dosis de refuerzo para COVID, no es muy seguro saber el comportamiento de la enfermedad en los siguientes inviernos, sin embargo, como hizo Quintana Roo, las restricciones serán levantadas poco a poco, permitiendo la recuperación económica y social de manera paulatina.
El SARS-CoV2 es un virus con el que aprenderemos a convivir, así como aprendimos a hacerlo con el H1N1, el VIH, la viruela y un enjambre enorme de enfermedades endémicas en el mundo, si bien, el término no ha sido declarado oficialmente, que la comunidad científica se pronuncie a favor del mismo, es el primer paso del final de esta pesadilla.