El Hábito no Hace al Monje
CHOLULA.- Se escucha por ahí que “El hábito no hace al monje”, lo cual quiere decir que si por la razón que gustes y mandes, llegas a una posición social, económica, política o de cualquier otro tipo, no quiere decir que por ese simple hecho, ya eras todo un experto, ya eres lo máximo y por consecuencia te deben de rendir. Cuando se tienen principios y sobre todo plena conciencia de que todo en este mundo y en esta vida es pasajero, se usa el cargo público para hacer buenas relaciones, incluso amistades; ah pero cuando en el ladrillito se han mareado, y se consideran seres de otro nivel, que nadie merece ni siquiera verlos, que todo mundo tiene la obligación de tener que esperarles los minutos o hasta las horas, solo va sembrando malestar, coraje y hasta odio entre ellos. El adulto, puede esperar, porque le gusta, porque le conviene, pero hacer esperar a un niño, más de 90 minutos para dar un aguinaldo, eso, en verdad no se justifica. Eso cala en lo más profundo del ser de un padre o una madre. Esos que se creen servidores públicos, que están llegando a la conquista, deberían de poner los pies en la tierra, comprarse un enorme frasco de respeto, y sobre todo un bote de humildad. Todo ser humano merece ser tratado con dignidad, y si es invitado a una hora, a esa hora debe ser atendido. ¿Será? Se escucha por ahí que pasó el gran festejo de los mexicanos y de casi toda América, el día de la virgen de Guadalupe, y no fueron los millones de seres humanos que como en años anteriores, llegaban a la capital del país a venerarla, si fueron algunos millones, que no se notaron, porque no hubo concentración en el atrio, ni en las calles de la periferia de la basílica de Guadalupe, ya que no se permitió pernoctaran en dichas calles. Los más agradecidos los vecinos, no tuvieron los tradicionales problemas de cada año, y sobre todo no tuvieron que soportar los malos olores. Un punto a su favor para los guadalupanos mexicanos, quienes a partir de este año, deberán de ir modificando sus peregrinaciones, al santuario que sea, desde el tipo de ropa que se requiere, de los artefactos y artículos que deben de llevar, de aplicar las medidas de seguridad en todo sentido, no se puede ir solo con la idea, de que la virgencita los va a proteger, porque la van a ir a visitar. ¿Será? Se escucha por ahí que en la sociedad civil, hay muchos ex militares, muchos familiares de militares en activo, y todos ya se muestran indignados, no molestos, encabronados; por la política aplicada en la llamada “caravana de migrantes”, si esa que hace un par de meses, partió de la frontera sur hacia la norte. Iban, digamos bien, dentro de la irregularidad, pero empezaron a sacar la uñas, no a pedir, a exigir, como si los mexicanos fuéramos responsables de sus malos gobiernos; alimentos, curaciones, documentos, transporte, y como no se les daba, a irse contra todo con las fuerzas armadas mexicanas, que tienen la orden de “aguanten, aguanten”, no importa si los ven feo, si los ofenden verbalmente, si los escupen, si los golpean. Esos migrantes además han causado destrozos del patrimonio de los mexicanos, empezando por dañar infraestructura urbana, vehículos, uniformes, lo más grave los símbolos patrios. ¿Será? Se escucha por ahí que habrán de llegar a la frontera norte, y ahí quedaran estancados, USA no los va a recibir con los brazos abiertos, serán meses o años, para que los gringos decidan si los aceptan o rechazan y mientras los mexicanos tendrán que aguantar todo, porque les decíamos, no piden, exigen, todo, y si no les agrada ofenden, comer fríjoles, si no somos puercos, luego entonces los mexicanos somos puercos. Ah, pero la política internacional del gobierno federal, es seguir con el mito de “abrazos, no balazos”, a ti mexicano castrense, agachado ante el invasor, ante el enemigo del mexicano. Mal pensado, pero no está siendo todo esto solo llevar carne de cañón al lobo, a las organizaciones de delincuentes, de todo tipo, para llevar a cabo sus malignos planes, desde el tráfico de drogas, pelea por las plazas, control de los pueblos, por ello a los mexicanos indefensos los han sacado de sus comunidades, tráfico de órganos. Pero, no seas mal pensado, eso sería ciencia ficción. Abuuuuuuuurrrrrrrrrrrr.