Por Octavio RODRÍGUEZ FIGUEROA
La Lucha se le Hace
CHOLULA.- La fecha de nacimiento de Emiliano Zapata, “EL CALPULEQUE”, ya casi está en el olvido. El gran guerrillero INTRANSIGENTE, el que todo perdonaba, menos la traición, el domador de caballos, el luchador por la justicia de los pobres, sobre todo del campesino, poco a poco, ha ido quedando en el olvido. No se oyó de algún acto importante en la zona donde sostuvo su lucha. Solo en MORELOS, se le recuerda, junto con todos los que lucharon a su lado, pero en Puebla, en Ayoxutla donde se firmó el Plan de Ayala el 28 de noviembre de 1911 o en Tochimilco y Oxcotepec (19 de junio de 1914, otros dicen que en febrero) donde se ratificó ese plan, pasó intrascendente y no se vale. Una sociedad, no puede ser tan olvidadiza de casos tan trascendentes. Miliano tiene un gran significado en la historia nacional e internacional. Fue ejemplo de una lucha social en favor de los derechos de los más pobres; una lucha que desde que el Cura Morelos, en “Los sentimientos de la nación” dijo que había que moderar la opulencia y la indigencia (Desde entonces) sin ningún resultado positivo hasta la fecha.
Con el Hambre del Pueblo, no se Juega
Y es que si el estado de las cosas hubiese seguido como hasta el 2018, no es difícil que hoy estuviésemos enfrascados en movimientos de reclamos sociales a diestra y siniestra. Tendiendo hacia el anarquismo, que es probablemente lo que buscaban los gobiernos, para aplicar con más energía la represión y provocar una guerra interna más, de tantas que hemos tenido, desde 1519. La desestabilización nacional, convenía a quienes pusieron en oferta los recursos naturales y territorio nacionales. Por fortuna, no lo consiguieron. Por eso la importancia de recordar nuestra historia. Es la esencia de nosotros mismos. Por eso hay que recordar a quienes nos han dado su vida en aras de algo. ¡VIVA ZAPATA!