Por: Dr. Omar Josué ROJAS VÁZQUEZ
CHOLULA.- Hace poco tiempo se dio a conocer que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador tenía COVID, del mismo modo, se informaba el envío de 24 millones de dosis de la Sputnik V, la vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya de la Federación Rusa, inmediatamente se desató el debate en redes acerca de la validación ante organismos internaciones como la Organización Mundial de la Salud, acerca de que aun no ha sido aprobada para uso de emergencia y demás tintes políticos.
Más allá de preferencias políticas, la vacunación del personal de salud es apremiante, ya que cada día mueren más y más médicos, y cada vez son menos los equipos de salud, y mientras regidores y personas ajenas al área de la salud se saltan la fila, maestros, sacerdotes y diputados, urgen a ser considerados como personal de primera línea, sin una explicación lógica o coherente para solicitar la vacuna, pues aún quedan médicos residentes y privados que no han recibido la primera dosis.
En el sitio web de la vacuna rusa, sputnikvaccine.com, se describe que es la primera vacuna registrada en el mundo a base de una plataforma probada basada en vectores adenovirales humanos, siendo que actualmente está en la lista de la OMS entre las 10 principales vacunas candidatas que se acercan al final de los ensayos clínicos y al inicio de la producción en masa, informa también el sitio web acerca de la aplicación de dos dosis para alcanzar un 91.4% de eficacia, como lo demuestran los ensayos clínicos realizados por más de 40 mil voluntarios en Rusia.
Si bien suena alentador el mensaje en el sitio web de los rusos, la comunidad científica internacional no ha estado completamente de acuerdo con Sputnik, The Lancet publicó en septiembre de 2020 severas inquietudes acerca del precoz anuncio por parte de la federación Rusa, pues su prospecto no ha superado la fase 3, y el dossier disponible en la web, a diferencia de otros candidatos, es prácticamente inexistente, y aunque la noticia anunciada ilumina esta oscuridad, existen otros prospectos con más avance y mejor posicionados ante la OMS.
De acuerdo al portal de las Naciones Unidas (coronavirus.onu.org.mx), la OMS solo ha autorizado para uso de emergencia la vacuna desarrollada por Pfizer, siendo que 12 candidatas se encuentran en revisión y 3 de ellas en etapas finales.
Sin embargo, ¿Qué valora la OMS para priorizar una vacuna?, son 5 los puntos que evalúa el máximo organismo de salud mundial para poder aprobar el uso de emergencia de un candidato, el perfil de seguridad, el potencial de eficacia, la estabilidad de la vacuna, la implementación de la vacuna, y la disponibilidad de la vacuna, al cumplir dichos criterios se aprueba el uso de emergencia, y la consiguiente producción en masa.
No están tan perdidos los comentarios acerca de que Sputnik V carece de aprobación por parte de la OMS para uso de emergencia, al igual que la vacuna de AstraZeneca, Moderna, Johnson & Johnson, sin embargo, cada país, en su autonomía y libertad, autoriza a través de, por ejemplo, COFEPRIS, el uso de emergencia de la vacuna que haya pasado por un comité de expertos, en el caso de nuestro país, por el Consejo General de Salubridad.
Esta pandemia va a amainar cuando las diferencias políticas queden de lado y la salud de la gente se vuelva prioritaria, diariamente se baten récords de muertes, contagios y topes hospitalarios, y mientras algunas diputadas hacen videos virales en TikTok o se tratan de brincar la fila para poder vacunarse, un padre, una madre, un hermano, se van para siempre, dejando algo más que un rastro en una estadística. Toda muerte a partir de la llegada con bombo y platillo de la vacuna de Pfizer, es una pérdida evitable.