Por Nancy LUNA
CHOLULA.- La cocina mexicana es una apuesta segura fuera de sus fronteras y sus recetas más famosas son frecuentes a muchos kilómetros del país azteca, y no sólo en restaurantes de ese tipo de cocina. Burritos, tacos, nachos… son platos que con cierta frecuencia hacemos en nuestros hogares. En esta misma sección ya hemos hablado sobre las diferencias entre los burritos, las fajitas y los tacos, por lo que ahora es el turno de explicar el origen de la otra gran receta del país de los mayas: los nachos.
Los nachos son de origen mexicano y es un plato sencillísimo elaborado con pedazos de tortilla de maíz fritos y cubiertos con queso. Normalmente, se emplea un queso especial llamado queso para nachos.
La historia de los nachos brotó en un pequeño restaurante de Piedras Negras en México, donde múltiples esposas de militares estadounidenses pudieron comer una vez cerrado el establecimiento gracias al ingenio del chef Ignacio Anaya, que supo realizarles algo con lo que le quedaba disponible, totopos y queso. Le preguntaron de qué forma se llamaba el plato y solo supo responder con su nombre abreviado, Nacho. Desde entonces, todos iban al local a solicitar este plato con la expresión “quiero unos nachos”.
Debido a la sencillez del plato y lo simple de realizar, se puso de tendencia en muchas otras partes del planeta, sobre todo en los Estados Unidos.
Sus ingredientes son muy básicos, solo se alimenta de tortilla de maíz, el queso especial, jocoque y chiles jalapeños. Si bien pueden combinarse con diferentes comestibles como frijoles, maíz, mayonesa, guacamole, carne asada, chorizo o bien lo que cada uno de ellos prefiera.
¿Quién fue Ignacio Anaya García?
Ignacio nació en Coahuila, México el 15 de agosto de 1895. Al momento de su creación, Nacho se desempeñaba como maître en el popular restaurante Club Victoria, ubicado en las cercanías de la frontera de Texas y México, donde estaba instalada la base militar estadounidense Fort Duncan.
Años después, varios restaurantes adaptaron sus propias versiones; sin embargo, Iganacio no reclamó los derechos legales sobre el platillo homónimo de forma inmediata.
Hasta el día de hoy la historia de Ignacio no se olvida, y es que su legado se vio marcado por la apertura de su propio restaurante exclusivo de nachos llamado “El Nacho” 17 años después de la creación Especiales de Nacho.
Ignacio murió en 1975, años después de haber ideado con su hijo Ignacio Anaya Jr. de Eagle Pass de reclamar los derechos de propiedad del nacho.