Por Nancy LUNA
CHOLULA.- Hablando sobre la historia del buceo, tenemos que empezar hace mucho tiempo y estudiar a nuestros antepasados y encontrar la motivación que empujó a descubrir este maravilloso mundo.
Desde el comienzo, la humanidad se da cuenta de que permanecer cerca del agua es importante para la supervivencia. Y el deseo de ir bajo el agua para suministrar alimentos, descubrir los artefactos acuáticos, y quizás sólo para observar la vida marina ha existido siempre al hombre. En la Antigüedad los hombres han buscado un modo de moverse por debajo del agua sin las limitaciones que impone la respiración.
Aparte de los buceadores en apnea (a pulmón libre), se sabe que el ejército asirio tenía nadadores que respiraban a través de odres de piel de cabra, igual que los «submarinistas» romanos
llamados urinatores. Sin embargo, ninguno podía alcanzar grandes profundidades.
Fue en el siglo XVI cuando se ideó un sistema que permitía mantenerse largo tiempo en el fondo del mar. Aparte de diseños visionarios como los de Leonardo da Vinci, los sistemas que se llevaron a la práctica tuvieron que ver con una necesidad específica que surgió a consecuencia del descubrimiento de América y del consiguiente incremento del tráfico marítimo: el rescate de mercancías y pertrechos de los navíos que naufragaban.
El inventor francés Maurice Fernez continuó adaptando los trajes de buceo y en 1912 su idea y concepto ya no era utilizar el pesado casco de buceo; en su lugar, una boquilla al final del tubo proporcionaba aire al buceador que tenía una abrazadera para la nariz y gafas para los ojos. Yves Le Prieur, otro inventor francés, notó el traje de buceo 3 y propuso el uso de un cilindro para un movimiento más autónomo bajo el agua. Yves Le Prieur con su idea inventó el aparato de respiración subacuático autónomo, hoy en día, escafandra autónoma o en ingles SCUBA (Self-Contained Underwater Breathing Apparatus).
En 1943, Jacques-Yves Cousteau y el ingeniero Emile Gagnan, dos franceses adaptaron y desarrollaron un aparato de respiración para uso subacuático. Su mejora fue nombrada la «Aqualung», y fue un gran invento revolucionario en la historia del buceo. Que siguió siendo un secreto hasta que el sur de Francia fue liberado de Alemania en la final de la Segunda Guerra Mundial.
Hoy en día, miles de nuevos buceadores se certifican en todo el mundo, los nuevos equipos de buceo han transformado la industria y el buceo es no sólo más seguro, pero mucho más cómodo y accesible para todos. Viaje para el buceo se ha transformado en un gran negocio, porque todo el mundo quiere explorar el maravilloso mundo submarino y en Norteamérica, el buceo recreativo se ha convertido en una industria multimillonaria.