Por Aldo COSTILLA ROJAS
CHOLULA.- Las lluvias de los días y semanas pasadas han hecho que volvamos la mirada a uno de los problemas más grandes y añejos del municipio: las inundaciones y encharcamientos que se viven año tras año. Este problema va y viene pues pasa la temporada de lluvias y pareciera que desaparece pero en cuanto llegan los meses de calor nuevamente se padece de calles que se vuelven ríos y un drenaje suficiente.
En el debate sobre el tema del drenaje no ha tomado en consideración que la población ha crecido, no así el volumen de tuberías pluviales. La autoridad municipal tiene que elaborar un plan estratégico trantrianual para corregir el sistema en las zonas en las que históricamente habían ríos o canales y ahora son vialidades.
Otro problema que se ha vuelto más y recurrente es en muchos casos la incompetencia de la policía municipal, pues muchos ciudadanos refieren que los retenes y operativos tiene como fin extorsionar y sacar algún beneficio personal por parte de los elementos más que prevenir actividades ilícitas y evitar amenazas a la población.
Como resultado de las restricciones comerciales que empezaron el año pasado, muchos negocios cerraron y en otros el ingreso se redujo. En este sentido será prioridad para la próxima administración garantizar las condiciones para el funcionamiento y reactivación de las micro, pequeñas y medianas empresas.