Hándicap Político
Por Fernando SANDOVAL
Analista Político y Electoral
El amor en la política es un precepto más detallado de actos
Hoy, para muchos escépticos o religiosos con la pandemia nadie está liberado de pecado y menos de recibir el castigo o la enfermedad, nadie está exento de portar el COVID, de superarlo o de terminar con su trayectoria.
Todos hablan de amor, de la falta de valores, de la disminución de principios y de urgente pacificación social ante la inseguridad, ante la pobreza pero sobre todo en la enfermedad.
Hipócritamente, muchos buscan resarcir el daño de esta pandemia mundial e histórica pero por el otro lado, solo buscan posicionarse de manera política sin ser actores de la vida pública. Irónicamente muchos funcionarios públicos han buscado contrarrestar los embates de la vida pareciera mucho amor, pero siguen los corazones amargos, sin sentidos y si con mucho envenenamiento.
Muchos con la cruz y los santos en la boca, sus actos de venganza y de ser de poder, los están haciendo huecos, sin sentimientos, solo vengativos, discordantes y dislúcidos.
¡Son las realidades de un México Bárbaro, fanático y discrepante!
Hoy diputados y partidos políticos buscan el linchamiento de ex presidentes de la República. La ignorancia a flor de piel, la ignorancia del conocimiento verdadero de la historia, en Cholula diputada local haciendo faramalla, proselitismo fingido y anticipado en campañas de linchamiento nacional con la proeza de juzgar a quienes la historia está juzgando.
Hoy quienes imparten justicia sin ser imparciales, serán juzgados de la misma manera y con la misma vara, penosamente, el género pareciera no ser sensible, feminista y humano.
La historia también les juzgarán, también esos diputados que hacen alarde de ser jueces, serán juzgados de la misma manera por sus incipientes actividades y sed de poder disoluto y pendenciero. Alguien tiene que poner orden, cordura y pensamiento.
Eso también, lo dicen muchos cholultecas y mexicanos y que tienen derecho a lo mismo.
Hoy muchos están pidiendo perdón sin perdonar, sin olvidar, siempre en la proeza de la venganza y del desquite.
¿Cómo pregonar amor sin darlo?
¿Cómo pedir ser recordado si sus actos solo demuestran apatía, arrogancia y soberbia?
Por supuesto que muchos actores políticos incurrieron en faltas y ex funcionarios, pero ¿cuantos que están en activos y siguen cometiendo los mismos errores de siempre?
¿Estamos condenados a seguir repitiendo la misma historia?
La respuesta es sí porque cada día que pasa los valores esenciales del ser humano se pregonan más pero se responden en realidad menos, son más de lengua que de hechos.
De nada sirve buscar un futuro promisorio si desde adentro solo se está buscando valores materiales y políticos.
Solo el tiempo, y el verdadero trabajo de mirar hacia al futuro, sin importar los grandes errores del pasado, mejorando los defectos, los tropiezos de quienes han antecedido la vida de nuestros tiempos.
Hoy, la enfermedad para muchos, está volviendo más sensible a las caricias en el alma, pero también está desatando los demonios de la ambición de quienes piensan que el poder en estos tiempos es de oportunidad. Gran Error.
Las grandes parejas están partiendo, los grandes amigos, están marchando, los mayores están muriendo, la forma de educarnos está regresando para quienes valoran verdaderamente la vida.
La vida actual, no es de despensas, no es de demandas, es de brindar un verdadero proyecto donde se estimule, se fomente el empleo, la educación y la salud, son otros tiempos y son de actuar y no pregonar que el amor no es una expresión hueca, es un sentimiento más sublime que no se puede definir en un simple ensayo que habla de mucho pero que no quiere nada.
Tiempos de amores y añoranzas.
El Perdón es el olvido, es ver más allá de las venganzas, es brindar la mano para levantar a los caídos, es para unir fuerzas proyectar ideas y proponer nuevos retos de unidad no de fracturas sociales.
¿Apoco no?