CHOLULA.- Cuando acudí a la terapia del Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos jamás creí que mi estado de ánimo mejoraría notablemente, así como mis relaciones interpersonales que son importantes por el medio que trabajo.
Muchas veces estando entre los amigos, con una copa en la mano y ya muy ebrio, sentía la confianza de hablar de mis problemas, incluso sonreía aparentando que no me importaban. Con mi esposa era un tanto indiferente y muy reservado en cuanto a las situaciones que me ocurrían en el trabajo.
Me sentía presionado, al grado de no conciliar el sueño por motivos de dinero, sin embargo nunca se lo pude contar a ella, porque temía verme débil.
A veces creía que me iba a dar un paro cardiaco de tanta presión e incluso me dolía el pecho.
Después de mi estancia en la terapia de esta agrupación todo ha cambiado de manera positiva. El tener un lugar donde acudir cuando más tenso y presionado me siento, el poder hablar de todo esto con confianza, en un ambiente donde se me comprende y no se me juzga, para buscar una solución a mis problemas, son grandes motivos para seguir asistiendo.