Editorial
Por Mario SALAMANCA RODRÍGUEZ
Quietud reposo hay y habrá en las almas
Fragancias y rocío en los jardines
Silencio en los seres, principio o fin
El azul del cielo resplandece sin fin
Hay tranquilidad, nadie lo turba
Transitando: ved todo es hermoso
Cuerpos dormidos en reposo
El bullicio mundanal termina
Eterna liberación de las esencias
Paz eternal den todos los ánimos
Tierno el follaje de azucenas
Hermosas, dulce la miel de las colmenas
Diseñado del polvo ¿Majestad divina!
La vida es nada pronto se acaba
Nacerá en el día el renuevo
Viento apacible retornará de nuevo
Apacibles sueños no retornarán, decir
Los ojos se abren, despertad decid
Más allá del sol refulgente ciudad
Al toque de la final trompeta, escuchad
Del sueño despertad, levantad
Reinando:… si… eterna majestad
No hay noches y días en los cielos
Ángeles, arcángeles, loor a dios
El amor de dios, brotando está
En los universos donde é está
Morales, inmorales cantad nueva
Canción de redención a Jehová
El señor seguirá y sigue hablando
Las naciones oirán todo
Mensajes: hombre pon tu rostro
Él enciende el corazón con fuego
Serán quemados algunos rostros
De los puntos cardinales de las tierras
Os acordaréis de vuestros caminos
Ed pueblos os hayan congreados
En Jesús las promesas divinas
En el valle florecen las rosas
De pro siempre su rostro veré
Rostro más bello que el sol veré.