CHOLULA.- Durante más de seis décadas, Alcohólicos Anónimos ha estado trabajando exitosamente con hombres y mujeres que tienen las más diversas clases de antecedentes. Antes de que todas estas personas llegaran a A.A.- la mayoría de ellas habían tratado de controlar su bebida por sí mismos y, solo después de repetidos esfuerzos infructuosos para lograr ese control, finalmente, admitieron que eran impotentes ante el alcohol. Al principio, no podían imaginarse la vida sin alcohol; realmente no querían admitir que ellos eran alcohólicos.
Pero con la ayuda de otros miembros de A.A, aprendieron que ellos no tenían que beber. Descubrieron que la vida sin alcohol no solo es posible, sino que además puede ser feliz y profundamente recompensante.
Frecuentemente aquellos que están más cerca de un alcohólico son los que encuentran más difícil admitir que alguien a quienes ellos quieren pueda ser un alcohólico. Les parece que una cosa así no puede ser cierta. En su avidez por negar la profundidad del problema pueden creer por un tiempo las promesas del alcohólico. Pero la constante ruptura de dichas promesas y las crecientes dificultades, fuerzan finalmente a aquellos que viven con el alcohólico a reconocer su verdad.
Comienzan entonces una búsqueda desesperada para encontrar una solución. Sintiendo que todo su amor y su buen intencionados intentos para ayudarlo han sido desperdiciados, caen en una profundo desaliento.
So usted es amigo o familiar de alguien así puede buscar ayuda para esa persona en
www.aamexico.org.mx directorio nacional.
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