Por Salvador ESPINA
CHOLULA.- pocos meses de la nueva gran elección de 2024 donde en Puebla se elegirán a todos los nuevos representantes y funcionarios que nos gobernarán los próximos 3 y 6 años. En la que todos prestamos atención a la elección presidencial y quién será la primera presidenta de nuestro país, si Claudia o Xóchitl, esperando a ver si igual Samuel García y Eduardo Verastegui pueden ser candidatos, esto, sin duda, para ver al sucesor de AMLO el cual deja unos zapatos (popularmente hablando) muy grandes que llenar y por lo que las críticas y descontentos serán más feroces y menos amortiguados que con el actual presidente.
En el tema estatal también vivimos momentos tensos por las definiciones y el banderazo de salida para las campañas a gobernador que es lo que nos llama la atención, pues de un lado tenemos al alcalde capitalino Eduardo Rivera mientras que por el otro la corcholata de MORENA designada por medio de su encuesta.
Sin embargo, pareciese que se nos pasa de largo a la vista de la opinión pública lo que sucederá con los demás espacios como son las senadurías, diputaciones, alcaldías y regidurías.
Es aquí donde esta columna se centra, específicamente en el municipio de San Pedro Cholula, esto porque es cabecera del distrito federal de Cholula y, por ende, uno de los municipios más importantes en términos electorales en el estado; con 138,433 habitantes según INEGI, se vuelve un municipio trascendente. No por ello, es menos conflictivo y con grandes problemas.
Hoy el municipio se ve carente de liderazgo y gobernabilidad por los conflictos políticos y de intereses dentro del gobierno y fuera de él. Por ello, los diferentes actores han comenzado a abonar capital político de cara a las decisiones y designaciones de candidaturas, puesto que, aspirantes hay y de sobra. Sin embargo, la elección del mismo deberá ser estratégica y competitiva para ganar el municipio y abone al proyecto estatal correspondiente.
Por un lado, tenemos una presidenta carente de liderazgo y respaldo, viéndose mermados sus intentos de reelección al tratar de, mediante el obsequiar cosas y el incremento de obra pública, suban sus positivos y bajen sus negativos. Por otro lado, tampoco existen perfiles con mayor conocimiento que ella, lo que la vuelva una opción, además de que las cuotas de género le pueden jugar a favor.
Si no fuera suficientemente complejo, se suman aspirantes de los otros partidos de esa coalición buscando encabezar los esfuerzos y viendo una ventana de oportunidad ante la posibilidad de dejar descansas a la ciudadanía del PAN en ese municipio por los resultados de esta administración. Viéndose, incluso, posibilidades a un candidato ciudadano competitivo.
Por el lado de MORENA tampoco existe gran armonía y cordialidad, puesto que, los aspirantes siguen el ejemplo de sus contrapartes nacionales y estatales de seguir la filosofía de “el fin justifica los medios”. Pues el poder es lo que importa. Sino veamos como señal de esta feroz tormenta que se avecina el regreso del ex-alcalde José Juan Espinosa y el arribo de la senadora Nancy de la Sierra al PRI.
Lo que si salta a la vista es que se necesita en esa u otras posiciones del cobijo de caras nuevas y con capacidad que oxigenen la política cholulteca y así puedan crecer los resultados. Para esto, veo sobre todo en los jóvenes una esperanza para dar ese oxígeno, factor de reconciliación y ampliación de panorama, ya sea desde el cabildo o las secretarias del Ayuntamiento, solo que esto será posible, si los partidos, liderazgos y la sociedad creen en nosotros para llevar a cabo esa encomienda.