Reflexión del día

La determinación de nuestros fundadores

Año y medio más tarde, estos tres habían tenido éxito con siete más.

Alcohólicos Anónimos, p. 159

CHOLULA.- Si no hubiera sido por la tenaz determinación de nuestros fundadores, A.A. se habría desvanecido rápidamente como muchas otras llamadas buenas causas. Echo una mirada a los cientos de reuniones semanales en la ciudad donde vivo y sé que A.A. está disponible veinticuatro horas al día. Si yo hubiera tenido que persistir con nada más que esperanza y deseo de no beber, experimentando rechazo dondequiera que fuera, habría buscado el camino más fácil y cómodo y habría regresado a mi anterior manera de vivir.

Pensamiento del día

Usted puede probarse a sí mismo que la vida es, básica y fundamentalmente, una actitud interior. Trate tan sólo de recordar lo que más le perturbaba hace una semana. Probablemente encontrará difícil recordarlo. ¿Por qué, pues, debe usted preocuparse o enojarse indebidamente por los problemas que surjan hoy? Su actitud hacia ellos puede ser cambiada poniéndose usted mismo y a sus problemas en manos de Dios, y confiando en que El verá que todo suceda perfectamente, siempre que usted esté tratando de hacer bien las cosas. Su transformada actitud mental hacia sus problemas lo libera de sus cargas y puede usted hacerles frente sin temor. “¿He cambiado mi actitud mental?”

Meditación del día

Usted no puede ver el futuro. Es una bendición que no pueda hacerlo. No podría soportar conocer todo el futuro. Es por eso por lo que Dios solamente se lo revela a usted día por día. El primer paso de cada día es poner su voluntad ante Dios como una ofrenda, dispuesto a que Dios haga lo que mejor le convenga a usted. Tengo la seguridad de que si confía usted en Dios, lo que El haga por usted será para su bien. El segundo paso es tener confianza en que Dios es lo bastante poderoso para hacer cualquier cosa que El desee, y que con El ningún milagro es imposible en las vidas humanas. Por lo tanto, deje el futuro a Dios.

Oración del día

Ruego porque pueda dejar alegremente mi futuro en manos de Dios. Pido poder tener confianza en que, mientras me halle sobra la buena senda, sucederán cosas buenas.