“Redondea su cuenta”, “No hay cambio”, se hacen más ricos

CHOLULA.- Se escucha por ahí que a cada rato, prácticamente con cada cliente, las cajeras o cajeros de las tiendas de auto-consumo, se escuchan frases como “redondea su cuenta”, “no hay cambio”, “¿tiene cambio?”, etc, según la tienda donde está realizando sus compras. Muchos se quedan pensando, -si redondeo, se supone que ese dinero lo dan a casas de beneficencia o asilos-, nadie sabe en realidad cuánto se “redondea al día”, los otros pues es pereza por parte de los empleados de la tienda, para no ir a cambiar pesos por centavos. Hay casos de que cajeras, se burlan de quienes deciden esperar a que les den sus 20 centavos, o la cantidad que sea en centavos, al final de cuentas es su dinero, y no porque sean centavos los tiene que regalar. Alguien hizo una cuentas tomando como base un vuelto de 80 centavos, en una tienda de Soriana, y aquí se las presentamos: en una tienda Soriana, se estiman entran a consumir 2 mil personas, a las que les quedan a deber 80 centavos, los cuales se multiplican por 2 mil clientes, lo cual arroja mil 600 pesos diarios, los cuales se multiplican por 827 tiendas existentes en el país, con un resultado de un millón 300 mil pesos diarios, al mes de 30 días nos da 9 millones 900 mil pesos al mes, esto en tan solo una firma comercial, ahora haga usted un estimado con otras tiendas, consorcios de millonarios, quienes nunca le dicen a usted, como en alguna época hace unos años se hacía por no haber monedas fraccionadas, es decir de 10, 20 y 50 centavos, que si la cuenta era menor de 50 centavos se redondeaba a 50 centavos y los perdía el cliente, y era cercano al peso, entonces lo gana el cliente, claro que los dueños de esas tiendas, protestaron, lo consideraron injusto, y lo quitaron, claro que lo hicieron porque ellos dejaron de percibir millones de pesos, que no declaran al fisco, ni a nadie, solo a su bolsillo. ¿Será? Se escucha por ahí que lo mismo ocurre en las tiendas de la esquina, en los tendajones, incluso en los mercados, y el sistema es otro, le ofrecen un dulce o un chicle, para así ambas partes queden contentas. Bueno algunos se la pasan dando chicles en lugar de monedas, en fin. En los mercados o tianguis, le dan un poco más del producto, se puede decir que es lo mismo, pero en unos es un negocio súper millonario, robo a lo descarado que solo beneficia al dueño de la firma comercial, y por el otro lado un particular que no se aprovecha de sus clientes, a quienes los ve de frente, cara a cara todos los días, y si lo trata mal, lo pierde. ¿Será? Se escucha por ahí que en eso de tratar bien o mal al cliente, por educación o conveniencia. En las tiendas de la esquina, se da un trato de respeto, casi siempre, porque si el dueño está de malas, le tratará mal, algo esporádico, si el dueño es una persona mayor a los 30 años, si es menor, lo más seguro es que no solo lo trate mal, sino hasta que lo corra del establecimiento. Está siendo muy frecuente ver como los jóvenes, se desquitan de sus frustraciones con los clientes, y lo mismo en una tienda de autoconsumo  o conveniencia de una afama firma, que en la tienda de la esquina o en el mercado o tianguis. En el caso de los mercados, los jovencitos se sienten ofendidos si algún cliente le pide un descuento, o si quiere escoger el producto, las respuestas son siempre agresivas, sin lugar a dudas es hijo de un matrimonio disfuncional o “tóxico” como le dicen hoy día, para ellos es algo normal hablar de malhumor, con malas palabras, insultar y agredir. Los clientes dejan todo y se van en busca de otro proveedor, y el majadero es festejado por sus amigos o compañeros cercanos. Olvidan que ellos dependen de los clientes y que la mala publicidad que se da de boca en boca, les estará afectando a muy corto plazo. ¿Será? Se escucha por ahí que mientras que los encargados de diversas dependencias municipales se la pasan “durmiendo el sueño de los justos” hay comerciantes quienes violan todos los reglamentos municipales, tienen años de estar trabajando sin una licencia de funcionamiento, vaya ni siquiera tienen definido el giro comercial que desean desempeñar, que carecen de las instalaciones adecuadas para el negocio que se suponen están ejerciendo. Pero como dicen ser “pertenezco a tal organización de comerciantes, soy intocable”, o bien “con un chesco tengo controlado al funcionario”, y cosas similares, que por desgracia parecieran ciertas ya que por más que se hacen denuncias tiempo pasa y ese ciudadano corrupto y prepotente sigue imponiendo su santa voluntad, afectando a tercero que cumplen con los reglamentos y las leyes. Abuuuuuuuuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrrrrr.