Por Héctor ARRONTE
La paz comienza en casa: el poder de la educación en valores
CHOLULA.- En un contexto nacional marcado por las alarmantes noticias de violencia, como las que se escuchan con creciente frecuencia en Sinaloa y otras partes del país y que lamentablemente se han empezado a escuchar en Puebla, resulta crucial recordar que la paz no es un concepto abstracto que se impone desde el exterior, sino que nace y se cultiva en los hogares. La educación en valores y principios, transmitida de padres a hijos, es la base fundamental para construir una sociedad más justa y segura, formando hombres y mujeres de bien dispuestos a servir a los demás.
Los padres juegan un papel decisivo en este proceso, no solo mediante palabras, sino, sobre todo, con el ejemplo dado en su forma de vida. Un hogar donde prevalece la convivencia respetuosa y libre de cualquier tipo de violencia —física, verbal o emocional— proporciona a los niños un modelo saludable de interacción humana.
Cuando los padres educan en el respeto hacia los demás y hacia el entorno, están formando ciudadanos conscientes de sus responsabilidades sociales y de la importancia de su actuar en la sociedad.
La familia es el primer espacio donde los niños aprenden a convivir y a respetar a los demás. Es ahí donde se cultivan los valores cívicos y el amor a la patria, elementos esenciales para una sana convivencia en sociedad. Enseñarles a respetar las diferencias, a actuar con honestidad y a defender los derechos propios y ajenos contribuye a la formación de una sociedad más armónica.
Frente a la creciente ola de violencia, el camino hacia la paz empieza por cada hogar, y cada padre y madre tiene en sus manos el poder de educar a las futuras generaciones para construir un país más solidario, justo y pacífico.
La paz que tanto anhelamos empieza con el ejemplo que damos en casa
Construyamos una Cholula y una Puebla de paz y bienestar desde nuestros hogares, la fortaleza del corazón de nuestros hijos es la principal arma para mantener un entorno pacífico y de bien para todos y todas.