* Indignados los vecinos de Tlautla, le dieron su paliza * Lo salvan policías municipales y de la GN
Por Epigmenio ROJAS CASTRO
CHOLULA.- Sujeto de 22 años de edad, tuvo la ocurrencia de pretender entrar a robar al templo del apóstol san Juan, en la junta auxiliar de Tlautla, siendo descubierto por vecinos de la comunidad quienes dieron la voz de alerta, acudieron al templo y detuvieron al ladronzuelo, a quien pretendían linchar, dándole una buena paliza. Policía municipales y de la Guardia Nacional, acudieron a esta comunidad para salvar al delincuente.
Pasaban unos minutos de las 8 de la noche del jueves, cuando vecinos de San Juan Tlautla, dieron la voz de alerta a la comunidad, mediante sus grupos de WhatsApp, se estaban metiendo a robar al templo, así que salieron de sus domicilios, de tal manera que fueron rodeando el templo para que no se les fueran a escapar los ladrones, en ese momento no sabían cuántos eran, llegaron al lugar y vieron se trataba de un sujeto, el cual había forzando las chapas de las puertas, estaba ya cometiendo del delito.
El sujeto de 22 años de edad, que más tarde fue identificado como José Manuel N., quien al verse sorprendido, pretendió escapar, pero no pudo estaba materialmente rodeado por vecinos quienes lo capturaron y de inmediato le empezaron a dar sus “cachetadas guajoloteras”, sus patadas, insultos, y el pedía clemencia, negaba las acusaciones, hasta que finalmente ya no sentía lo duro, sino lo tupido.
Alguien lanzó el grito de que lo deberían de linchar para que aprendan los ladrones y delincuentes que en esta comunidad no se tolera la inseguridad, pero también alguien alerto a seguridad pública municipal, quien de inmediato puso en acción el protocolo para este tipo de situaciones, saliendo para esa junta auxiliar patrullas de la policía municipal, con el apoyo de la Guardia Nacional.
En dicha junta auxiliar, los vecinos no permitían el paso de los elementos, querían linchar al sujeto, arribó personal de la Secretaría de Gobernación, quienes iniciaron el diálogo con los iracundos vecinos, haciéndoles ver que nadie puede hacerse justicia por propia mano, que se vive en un estado de derecho y bajo leyes que castigan a los delincuentes.
Vecinos decidieron bloquear la carretera, quemaron llantas, su postura era el poder tener la certeza de que dicho sujeto quedaría a dispopsición de la autoridad correspondiente, y que no lo dejarían en libertad en unas cuantas horas, llegando a dicho acuerdo.
Tras varias horas de plásticas, de tensión, lograron finalmente que les entregaran al sujeto, quien fue puesto a disposición de las autoridades ministeriales, ante quienes comparecieron los Fiscales, responsables del templo, para presentar la denuncia correspondiente y se pueda proceder conforme a derecho, y sería la autoridad quien determinaría su situación jurídica, restableciéndose la calma y el orden en la comunidad.