CHOLULA.- Se escucha por ahí que cada día se va generando conciencia en torno de la “no violencia a la mujer”, por las distintas campañas emprendidas por el gobierno municipal, aunque aún hay mucho camino por recorrer. Se tienen ya más “punto seguro” que involucran a la sociedad, sobre todo del sector comercial, ya que en las tiendas, restaurantes, papelerías, misceláneas, zapaterías, en fin de todos los giros comerciales, se han ido sumando a esta campaña y de esa manera cualquier mujer que se sienta en peligro, puede pedir ayuda. Aunque va enfocada a la mujer, que es el blanco de los delincuentes, de los acosadores, también pedir ayuda los hombres, quienes no están exentos en ser blanco de los pillos. También se tiene información en las unidades del transporte colectivo, en donde los irrespetuosos y hasta enfermos mentales, aprovechan el sobre cupo, para pegarse al cuerpo de alguna mujer, pretextando lo empujaron, que no hay espacio, y otros más, cuando en realidad lo que busca es ver si la dama, cae en su cochinada, esos tipos olvidan que su madre, hermana, esposa, novia, pueden vivir lo mismo con otro enfermo igual que él. ¿Será? Se escucha por ahí que una vez más en los casos de violencia contra la mujer, es el resultado de la falta de principios, de valores que se deben de inculcar en casa, esos no se les dan en las escuelas, porque no hay ya clases de civismo, pero de siempre ha sido en casa en donde se inculca el respeto a los demás, sin embargo se puede ver como hay quienes ni a su madre respetan. La sociedad debe de crear conciencia, y no esperar que algún gobierno tome la iniciativa, esa se toma en casa, ahí se les educa, para ser una mejor sociedad. Hombres y mujeres deben de tener principios, valores, los cuales se perdieron cuando se desvirtuó el hecho de que los derechos de los niños les permiten hacer lo que quieran. Cierto tienen derechos, pero lo que aquí se ha comentado, también hay responsabilidades y obligaciones, de las cuales prácticamente nadie habla, nadie le enseña al menor, que toda acción tienen una reacción, toda falta tienen una sanción. Decían los abuelos, para exigir hay que cumplir primero, si exiges respeto, debes dar respeto, si quieres una golosina, juego, permiso, lo que tú gustes, primero debes de saber pedirlo y además demostrar que te lo mereces. ¿Será? Se escucha por ahí que hace unos años, e incluso en la actualidad, hay madres que le aplauden al hijo o hija pequeños, cuando usan palabras altisonantes, cuando bailan como adultos, cuando agreden al hermano, primo, vecino, compañerito, y siempre dicen que su vástago no es culpable de nada, se enfurecen cuando alguien le llama la atención a ese mal educado. No olviden ese dicho popular -el palo ajeno, hace al hijo bueno-. ¿Será? Se escucha por ahí que son más los espacios en la ciudad, donde se ha pintado símbolo de accesibilidad universal, ahora lo que hace falta es que ciudadanos sin discapacidad alguna, lo respeten.
Ya no es la silla de ruedas, o la figura con muletas, ahora es este el nuevo símbolo que indica que ese espacio en la banqueta, es para que pueda subir o bajar una persona con alguna discapacidad física, o en un cajón de estacionamiento. Hay que aprender a respetar, deja el carro un poco más lejos, así vayas a tardar un minuto, no lo puedes estacionar en esos espacios reservados para este sector de la sociedad, la cual te lo agradecerá. ¿Será? Se escucha por ahí que poco a poco se ha ido regularizando el servicio de agua potable. Si hay aún ciertas molestias, porque el agua puede llegar en cualquier momento, de día o de noche, habrá momentos que suba al tinaco, o solo a la llave donde está el medidor. Conforme pase el tiempo, y se tenga conciencia de que hay menos agua que en el pasado, se deberán de ir adoptando nuevas medidas y estrategias para cuando construyan inmuebles, el captar el agua de lluvia, el reciclar el agua, es lo ideal, pero hay que empezar por lo básico, cuidarla, no desperdiciarla, hacer caso a las recomendaciones que se emiten para no desperdiciarla, todo depende de cada ciudadano, de cada ser humano, somos los humanos quienes tenemos la última palabra. Abuuuuuuuuurrrrrrrrr.