CHOLULA.- Se escucha por ahí que ha llegado la temporada de los baches, y si, con las lluvias empieza el añejo problema, de los baches en las calles de la ciudad, sobre todo en aquellas que tienen años de que fueron pavimentadas, y que los gobiernos subsecuentes no se dieron tiempo, y menos destinaron recursos para llevar a cabo jornadas de mantenimiento preventivo.
Muchos ciudadanos se preguntan porque calles, igual de viejas con el pavimento, no tienen baches, y expertos señalan que obedece a que le pusieron una base fuerte, con el material indicado, eso hace que no se suma, no se fracture, y consecuentemente la carpeta de pavimento de asfalto o hidráulico, o de adoquín, no tenga filtraciones de agua que afecte la base. Por otra parte, los vecinos de esas calles, tuvieron el cuidado de introducir los servicios básicos ocultos, como la tubería del agua potable, o de su conexión a la red de drenaje, de hacerlo antes de que pavimentaran, no tuvieron que romper a los pocos meses o incluso semanas, de que pavimentaron para introducir el servicio. Por cierto que actualmente el gobierno municipal, en todas las obras que ha estado desarrollando, ha tenido el cuidado de introducir los servicios, y evitar se tengan problemas como los que hoy se viven. ¿Será? Se escucha por ahí que el correcto uso de las redes sociales, sobre todo cuando son grupos de vecinos, quienes tienen perfectamente bien definido el uso que se le debe dar a ese grupo, se tienen resultados maravillosos, por ejemplo cuando se reporta algún accidente automovilístico, o un incendio, o agresiones físicas a personas en la calle, o la presencia de personas ajenas a esa calle, al barrio o comunidad. Las áreas encargadas de atender esos problemas son alertadas de inmediato, y el tiempo de respuesta es en menor tiempo. Se recomienda estar alertas todo el tiempo, y reportar a toda persona sospechosa que esté cerca de su domicilio, de la tienda, que moleste a las mujeres, y la policía deberá acudir a verificar que pasa, y si no hay nada de riesgo, serán ellos quienes lo determinen. Como decían las abuelitas, más vale prevenir que lamentar. ¿Será? Se escucha por ahí que ya se debe hacer algo con los ciclistas, los que circulan en sentido contrario, que van tentando a la suerte al ir entre los carros, o bien que andan en zonas de uso exclusivo para los peatones, como son las banquetas o andadores de los parques. Hay varias organizaciones no gubernamentales dedicas a aglutinar a ese sector de la sociedad, clubes de corredores, en donde se supone los invitan a respetar las reglas de vialidad. Sin embargo cuando andan individualmente en las calles de la ciudad en lo que es su transporte personal, se olvidan de todo eso, y no solo ponen en riesgo su vida, sino la de muchos inocentes. Se han tenido intentos de poner orden por parte de la autoridad, pero como esos ciclistas se ponen altaneros, prepotentes y luego reciben hasta la protección de ciudadanos quienes están contra la autoridad, por simple hecho de ser una autoridad, reculan y el problema persiste. Actualmente con talleres de difusión del reglamento vial, se busca que las nuevas generaciones vayan creciendo con una cultura vial de respeto hacia los demás. Se ha avanzado un poco al crear conciencia que finalmente todos somos peatones, y todos merecemos respeto al andar caminando en las calles de la ciudad. ¿Será? Se escucha por ahí que en manos de civiles hay muchas armas, las portan sin permiso alguno, y las usan en el momento en que se les pega la gana. Hace algunos años, hubo programas como operativos de despitolización, y pocos ciudadanos fueron detenidos por andar armados sin permiso oficial alguno. Estuvo otro que implemento el ejército, el intercambio de armas de fuego, por despensas o electrónicos. Algo debe hacer la autoridad estatal o federal, para desarmar a la población civil, mucha de la cual se ha tenido que armar para defenderse de los delincuentes. ¿Será? Se escucha por ahí que en eso de los precios de los productos de la desaparecida “canasta básica” se mantienen a un alto costo, tanto que para muchos el poder consumir algún alimento, es un lujo o es día de fiesta. Los comerciantes decían hace unas semanas que los precios estaban por las nubes, porque no llovía, ahora salen que hay exceso de agua. Es el cuento de nunca acabar, y las amas de casa, pues tienen que pagar. Abuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrr.