CHOLULA.- Los partidos políticos en México (todos los que existen y han existido) en su historia han pasado por situaciones adversas así como por otras que elevan su “popularidad” hacia la sociedad. Los partidos políticos, en su esencia, buscan llegar al poder, todos lo hacen; por tal motivo existe una dualidad de funciones en ellos: una es el papel que juegan éstos como instituciones y otro el que desempeñan en el poder-gobierno.
Los partidos políticos deben su razón de ser a la sociedad quien es la que les da vida (con su apoyo en los mementos de las elecciones) y a la que representa en los diferentes ámbitos de gobierno y poderes (Ejecutivo, Legislativo). Ante esta eminente razón de ser de los partidos hacia la sociedad, la legitimidad y credibilidad de los partidos políticos para con la sociedad son puntos que se deben de analizar con profunda atención.
Los medios de comunicación juegan un papel de mucha importancia con relación a los partidos políticos. Esto no es nuevo y se ha visto intensificado con el avance tecnológico y el expansionismo de los medios masivos de comunicación en toda la sociedad. Estos medios de comunicación resaltan la grandeza de alguno de los partidos políticos si este se adecua a sus intereses y dejan de lado o se dedican a menospreciar a aquel partido político que atente contra lo que ellos buscan. No debemos dejar de lado la importancia que desempeña la figura de los candidatos y su carisma para garantizar a los partidos políticos una votación favorable a ellos.
Los principales partidos políticos mexicanos enfrentan hoy una doble crisis. La externa, que se manifiesta en falta de credibilidad ante la ciudadanía, y una interna, que pone al descubierto conflictos y divisiones entre los principales actores de los institutos políticos por el poder de éstos. Esta crisis partidista genera inestabilidad nacional, perjudica al país y motiva mayor corrupción y desigualdad social, y se verá reflejada en los próximos comicios de este año 2024 en el abstencionismo y poco interés de los ciudadanos para elegir a sus gobernantes. Es necesario que los partidos políticos generen nuevas dinámicas de participación ya que con estas nuevas reformas corren peligro porque las candidaturas ciudadanas tengan éxito ya que actualmente partidos políticos son sinónimo de corrupción.