Por Edmundo TLACUILO ALMAZÁN
CHOLULA.- Como oferta de desarrollo, la escuela neoliberal propuso la teoría de la filtración o trikledown, planteamiento unilateral según el cual, si hay crecimiento, la riqueza oteará o se filtrará y la distribución y el bienestar general vendrán en auto-distribución y bienestar general vendrán en automático, sin necesidad de políticas diseñadas al efecto. Como era lógico tal cosa no ocurrió y aunque hubo crecimiento, ciertamente moderado, la riqueza se acumuló y la pobreza aumentó.
Hoy ante la recesión económica (prometió en campaña un cuatro por ciento anual), el presidente arguye que no es fundamental crecer, que al fin y al cabo hay desarrollo, aunque no explica en que consiste ni dónde podeos verlo; debe aceptarse como acto de fe. Los neoliberales ortodoxos absolutizan el crecimiento e ignoran el desarrollo; el neoliberalismo en su modalidad Cuarta Transformación (4T), creyendo superarlos, desdeña el crecimiento y ofrece desarrollo sin él, persiguiendo quimeras. Ambos están equivocados, crecimiento es aumento en la riqueza creada, medida usualmente en producto interno bruto, o PIB, per cápita, comúnmente se cree que el desarrollo es un proceso terso y espontáneo que siguen todos los países, en una ruta libre de obstáculos, donde pacífica y felizmente nos encontramos.
Esta visión engañosa ignora que la prosperidad de los ricos se debe precisamente al atraso de los países pobres, saqueados en el marco de las relaciones imperialistas; nuestra pobreza es causa de su riqueza, como eviden