El Fanatismo Político de MORENA

Por: Jorge GÓMEZ CARRANCO

CHOLULA.- ¿Qué es el fanatismo? Es un apasionamiento y tenacidad desmedida en la defensa de creencias u opiniones, especialmente políticas o religiosas, un fanático es una persona marcado por un entusiasmo excesivo y una devoción a menudo intensa y poco crítica sobre la política.

Enrique Echeburúa quien es psicólogo y catedrático de la Universidad del País Vasco, España en una publicación en la revista Euromind, de Ciencia y Humanismo del Parlamento Europeo hizo énfasis en lo siguiente: “Los fanáticos precisan la presencia de un enemigo externo, al que atribuyen todas sus frustraciones, como factor fundamental para conformar una identidad propia y generar una cohesión grupal. Ese es el caldo de cultivo en el que germinan las semillas del odio, que pueden conducir a la venganza y a la violencia”. De acuerdo a esta definición aplicada al tema político podemos concluir que un fanático puede generar odio desmedido hacia algún grupo de oposición del poder para seguir manteniendo el poder sobre el poder mismo, sin darse cuenta la ciudadanía que está cayendo en un círculo vicioso por estar creyendo todo lo que se dice y expone por esa gran necesidad de ESPERANZA que se siembra en la sociedad en contra de la CORRUPCION de un pasado, borrando la historia, sanando las cicatrices, erradicando la pobreza.

Hay muchos personajes históricos que se han pronunciado sobre este tema Por ejemplo Voltaire escritor, filósofo e historiador francés: “El fanatismo es a la superstición lo que el delirio es a la fiebre, lo que la rabia es a la cólera. El que tiene éxtasis, visiones, el que toma los sueños por realidades y sus imaginaciones por profecías es un fanático novicio de grandes esperanzas; podrá pronto llegar a matar por el amor de dios. Otro es Winston Churchill” un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”.

Los Morenistas son personas que defienden a capa y espada sus ideas políticas y se asombran cuando los del bando contrario, o los neutrales, los acusan de fanáticos. Ellos tienen impulsos emocionales que los llevan a crear fanáticos sociales y esos fanáticos son sus propios críticos. Que se encargan de justificar ciegamente las acciones de la izquierda, acciones que van desde ejecuciones sumarias, suspensión de libertades fundamentales, juicios amañados y noticias falsas para manipular a la gente.

El fanatismo no es algo del pasado y no siempre conduce a la violencia, hay mucho fanatismo hoy en día en la política mundial, sobre todo en naciones del Tercer Mundo regidas por dictaduras que se aferran al poder en medio de una ola de aplausos de sus simpatizantes, no hay dudas de que se requiere cierto grado de fanatismo para aplaudir a un dictador, para aplaudir la censura, para aplaudir el encarcelamiento de personas solo por sus ideas, para aplaudir a regímenes manipuladores que brindan apoyos sociales limitando a su pueblo a superarse y conformarse con la ayuda fomentando la pereza, la falta de ingenio, creatividad, de continuar estudiando y preparándose por que un pueblo ignorante es más fácil de controlar todo esto lo hacen a través de un sistema político de alternativas múltiples.

Debemos tener mucho cuidado de alentar discursos de políticos de ciertos líderes poco conscientes de su alta responsabilidad que cuando se ve rechazo por la gente inteligente e intelectual este empeora y hasta enloquece cuando se percata del rechazo.