* Los batallones le dedican un año a la organización
Por Epigmenio ROJAS CASTRO
CHOLULA.- “El carnaval de Cholula, es una tradición con mucho arraigo, tiene varias décadas de venirse desarrollando, de ir pasando de generación en generación, quienes son los más veteranos en participar y mantener esta evento popular, han cuidado para que se mantenga lo más apegado a sus orígenes. Conforma han ido pasando los años, ha tenido ciertos cambios en su desarrollo, no en su esencia, y son muchos quienes lo disfrutamos, el próximo no será la excepción”.
Nos platica Alejandro Cuaxiloa Vicens, quien es un apasionado de las tradiciones muchas en las cuales participa aportando su granito de arena para lograr se mantengan vivas, se sigan desarrollando y las nuevas generaciones las reciban, las cuiden y las transmitan a quienes atrás de ellos, y el carnaval es una de esas tradiciones.
“En enero se empezarán a ver ya las primeras actividades de nuestro carnaval, pero permíteme decirte que los organizadores, los generales de cada uno de los batallones, se pasan todo un año preparando el evento, desde ir determinando quien será el general en jefe, persona quien tiene la responsabilidad de que el evento salga lo mejor posible, que participen todos a quienes les gusta, tanto de manera directa, como indirecta. Llevó años disfrutando el carnaval, mi tío que vivía a unas calles de aquí en lo que ya es San Matías Cocoyotla, era también aficionado a esta tradición y me platicaba y decía como era, igual lo hacía mi papá”.
¿Tú perteneces a algún batallón?
“A todos y a ninguno, dirían por ahí. No, como soldado activo en un batallón, no, pero me gusta, apoyo al del barrio, y en ocasiones a otros amigos de otros batallones, ya sabes que existimos varios cholultecas que dentro de las posibilidades les apoyamos para que puedan afrontar sus gastos.
Esta es una tradición que han cuidado muchos los más longevos, quienes recibieron esta herencia de sus padres, o simplemente les nació el gusto, porque hay quienes son nuevos, y digo nuevos porque su familia no tenía a alguien en algún batallón”.
¿Se mantiene igual o ha tenido variantes?
“Su esencia es la misma, es una tradición que se apega mucho a sus orígenes, por lo que sé no permiten se modifiquen los vestuarios, no se modifiquen sus bailes, su organización. Se puede decir que si ha sufrido algunos cambios en cuanto a su desarrollo, porque en sus inicios eran grupos de ciudadanos disfrazados, quienes salían por la tarde del domingo, deambulaban por las calles de la ciudad, hacían bromas y algunas maldades. Luego ya se fueron organizando, y quienes iban a Huejotzingo, a su carnaval, empezaron a hacerlo aquí, así se van creando los batallones uno en cada barrio.
Se concentraban en el zócalo, ahí bailaban o danzaban, se hacía el robo de la dama, que si no mal recuerdo se hacía en un balcón de la planta alta de la casa de la familia Durán, le decían “el mesón”, lo que hoy es Casa Caballero Águila, luego lo pasaron ahí en el portal. Se registraban accidentes, así que se fue ordenando por parte de las autoridades municipales, y hace pocos años se hizo ya como un desfile, desde la tarde del sábado, como el domingo. Se tiene ya orden para “quemar” como le dicen cuando detonan el mosquetón, y no dañar alguna construcción, y sobre todo no se tengan lastimados. Ya en La Concordia, siguen bailando, un espacio determinado para quemar, y no se permiten bebidas alcohólicas, lo cual es muy positivo. Y bueno luego seguimos platicando porque hay que ir a jalar la carreta, si no los clientes se enojan”, termina señalando.