Editorial
Por Mario SALAMANCA RODRÍGUEZ
Las campanas doblan, están doblando
Anunciando una vida ha partido
Inmensidad, el hombre podrá contarlo… no
Amor eterno y manifiesto; está en todo
El tiempo pasará, grande amor del redentor
Todo individuo partirá ¡Al bello hogar!
Celestial; si… más allá del sol, hermoso hogar
Moradas celestiales, con cristo, mi señor
El autor de la vida me llama a su presencia
Oí, una dulce voz; ven… a mi presencia
No tardes, date prisa; de inmediato
Suntuosidad y lugar en el hermoso palacio
Lázaro vestido de andrajos, pobre y hambriento
Murió Lázaro de la tumba él salió
El rico partió, nunca fue hallado
Amó los placeres, riquezas y pecado
Miles de penas, enfermedades y pecados
Ahora se han terminado; todos los placeres
Voy a mi celeste y bello hogar
El mundo no puede ser mi hogar
Busca, hoy a dios y vivirá el corazón
Después de la muerte, hay destrucción
Allá en su presencia, en bella mansión
Con los ángeles cantaré nueva canción
Más allá de los luceros, planetas; si… más allá
Más allá del sol, y de la hermosa luna
De dios es el poder, hermoso cielo azul
Una bella ciudad, la gran ciudad real
No lloréis por mi partida al cielo
Eré a los profetas, ángeles y serafines
A Moisés, el arca del pacto, el mana del cielo
Millones y millones de creyentes, salvos
Al toque de la final trompeta, me levantaré
El polvo dejaré, ya, por siempre viviré
Incorruptible para siempre, yo seré
Muerte no habrá, vida eterna, yo tendré
Al pase de lista; yo responderé
Corona de diamantes y oro; yo tendré
Cara a cara, a mi señor le veré
De la muerte, ha vida eterna gozaré.