Dra. Margarita TLAPA ALMONTE
CHOLULA.- El Día de Muertos es una celebración de los pueblos de México, su conmemoración se fundamenta en la cosmovisión y filosofía nahua, la celebración tiene riqueza histórica y cultural de la ancestral tradición funeraria mesoamericana que se concibe como una fiesta en el que le mexicano se burla la muerte. Dentro de la filosofía náhuatl la celebración a los difuntos es un acto ritual derivado del pensamiento mesoamericano, que a partir de la colonia y hasta actualidad mantiene un sincretismo religioso por el antagonismo histórico de dos culturas, la mesoamericana y la española que nos permiten tener la conciencia, legado histórico e identidad.
Paras la cultura de nuestros pueblos la muerte sigue en constante relación con la vida, bajo una dimensión donde a los difuntos se les tiene respeto y recuerda a través de rezos y ofrendas como parte de un ritual que genera la fiesta. La vida y la muerte en sincronía con el universo, el mundo, los actos, las divinidades, los vivos y los difuntos. La dualidad de vida-muerte, importante por formar parte fundamental de la vida que se prolonga en la muerte porque no es el fin de la vida, sino un proceso cíclico infinito. Vida, muerte y resurrección en relación con la naturaleza, los seres vivos y de su relación con el ciclo agrícola del maíz particularmente de la cosecha del maíz
En el México prehispánico el calendario solar señalaba a ocho fiestas de las veintenas que estaban dedicadas a los muertos, entre las más importantes dos de las el Tlaxochimaco , Xocolhuetzi, Ochpaniztli, Teotleco, Tepeilhuitl, Quecholli. Fiestas que coinciden en fecha con la de Todos Santos y los Fieles Difuntos del calendario cristiano.
En la época prehispánica pensaban que los difuntos según el tipo de muerte se dirigían al Mictlán, lugar de las almas no elegidas por los dioses, posiblemente que la traducción que dieron los conquistadores del infierno. El Tlalocan o "paraíso de Tláloc"; y el Cihuatlampa y Mocihuaquetzque, que era el cielo, porque los difuntos se encuentran el sol. Así mismo, pensaban que tenían que pasar cuatro años del deceso para que el muerto llegara al noveno inframundo y alcanzara el descanso definitivo. Los ritos funerarios eran: la cremación para los muertos comunes, consistía en envolverlos con telas en posición fetal y se colocaba una máscara, se guardaban las cenizas en urnas y colocaban un jade como símbolo de vida.
El entierro estaba destinado a los altos funcionarios y a los soberanos, se ataviaban con joyas, máscaras funerarias y en la boca se depositaba una piedra de chalchihuite que reemplazaba al corazón verdadero. Para las culturas mesoamericanas la muerte era importante porque la sociedad dependía de la muerte misma y de su imposición para someter a otros grupos. Porque el morir era arte junto la música y la danza que jugaban un papel fundamental en Flor y Canto.
La leyenda de los soles y la creación del hombre, relata que los seres humanos fueron hechos de despojos de muertos. Quetzalcóatl baja al Mictlán, inframundo habitado por Mictlantecutli, para buscar los “huesos preciosos de sus antepasados”, después de molerlos Quetzalcóatl se sangra y nace el hombre; nació el hombre. Se decía entonces que el viaje al Mictlán era largo y un perro guiaba el alma del muerto y al cabo de unos años, el alma, como el recuerdo de los vivos, se disolvía.
En nuestro país la muerte es percibida como un proceso histórico de acuerdo a las diversas culturas, por ello, la gran variedad y diversidad de celebrarla se hace notoria bajo el pensamiento de cada pueblo, pero con un sentimiento religioso. Desde el punto de vista católico en el año 835 el Papa Gregorio IV instituye la fiesta de Todos los Santos que es el día I de noviembre y los Fieles Difuntos que inician en el siglo X y se celebra el 2 de Noviembre, introduciendo el rito católico-romano que conmemora a las Almas del Purgatorio y las del Cielo.
En San Pedro Cholula se celebra el 28 de Octubre a los accidentados, el 30 a los niños, I de noviembre Todos Santos y día 2 a los Fieles Difuntos. Se colocan Ofrendas y Primeras Ofrendas en los hogares de los barrios y Pueblos, si son accidentados se llevan flores al lugar donde murió la persona. Generalmente se suspenden actividades cotidianas para la celebración, porque los muertos cobran vida en los recuerdos de los vivos. Sería imposible de describir el sin número de rituales que se realizan, por lo tanto en este espacio en una forma muy breve mencionaremos la celebración del Día de Muertos en nuestro municipio
En algunos barrios se realiza la tradición conocida como Los Animeros o Padres en los barrios de Santiago Mixquitla, San Matías Cocoyotla y San Cristóbal Tepontla. Los Animeros jóvenes y niños se organizan para vestirse como Animeros y recorrer las calles de su barrio, bailando, sonando campanas, rezando, cantando, burlándose alegres la muerte y al mismo tiempo de recordar a nuestros Difuntos. Durante toda la noche recorren danzando y echando relajo solicitando les obsequien hojaldrorum, naranjorum, cañorum, tamalorum o lo que Dios socorrió en todas las Primeras Ofrendas del barrio y al terminar distribuyen todo lo que les fue obsequiado.
Esta tradición es antigua y no se tiene conocimiento del año en que inicio en cada barrio. Los jóvenes solo saben que sus padres y abuelos les transmitieron el conocimiento y que deben organizarse para salir de Animeros para recordar a los Muertos, a fin de recordar al amigo o al vecino que formó parte del barrio y que desafortunadamente, falleció. La tradición de las Primeras Ofrendas en los barrios es fundamental y casi obligatoria visitar. Los jóvenes la reproducen burlándose de la muerte y recordando a quien partió. Pero es importante hacer mención que en algunos barrios esta tradición se va perdiendo.
Se colocan Ofrendas en los hogares cholultecas y si es Primera Ofrenda se preparan desde el mes de septiembre el día 8 en específico donde mercan chiquihuites, copal o incienso, sahumerios, petates, cazuelas, ollas, platos, canastas. Poco a poco en los siguientes meses van adquiriendo lo necesario si es Primera Ofrenda. Se prepara mole, tamales, pan, fruta, el día I de Noviembre día de Todos los Santos, la familia coloca el Altar y la Ofrenda adorna con flores blancas, cempaxúchitl y papel picado de colores, colocan pan fruta, tamales, cazuela de mole con guajolote, chicharrón dulces, refresco, tequila y un sin número de platillos y bebidas que gustaban al difunto, así como su retrato, vestimenta, cobijas, ropa de trabajo o herramientas y utensilios que utilizaba para trabajar. A las 12:00 horas del I de noviembre la familia va a esperar al Difunto hasta el panteón, acompañando con un sahumerio, rezos, y hasta música para llevarlo hasta la casa que habitó, ahí se le recibe con mucho gusto su retorno. A la misma hora los templos de Cholula suenan las doce y doblan las campanas señal que los Difuntos están llegando. De inmediato en los hogares se prende incienso y elabora un camino de flores para que llegue el difunto. A las 3:00 de la tarde nuevamente doblan las campanas y se vuelque a quemar incienso.
Así los familiares durante toda la tarde y noche esperan a todos los que tengan voluntad de llevar la cera. En los Pueblos la costumbre de los ahijados o compadres del difunto de llevar un chiquihuite de pan, fruta, flores y ceras y en corresponsabilidad les da de comer y dan una olla de mole.
En los barrios de San Pedro Cholula la costumbre es de llevar la cera a todas las Primeras Ofrendas. Se entrega la cera en intención de las Animas Benditas, rezan un rosario y la familia ofrece un obsequio que consiste en tamales, mole o fruta y pan. A las 8:00 PM en punto se realiza el Santo Rosario en intensión del Difunto y durante toda la noche se espera a toda la gente que recuerda al Difunto y asiste a su Primera Ofrenda
Al día siguiente el 2 de Noviembre Día de los Fieles Difuntos se adorna con flores de muerto la tumba para esperar al Difunto, a las 12 horas se vuelven a doblar las campana de los templos en señal de que los difuntos están próximos a retirarse, a las 3:00 de la tarde se despide a los Difuntos y los familiares parten a los panteones a esperarlos para despedirse de ellos y volver al año siguiente
Entre las tradiciones del Día de Muertos en los diez barrios de San Pedro Cholula se realiza una de las tradiciones más importantes entre los diez barrios y del Sistema de Cargos conocido como la Circular de San Pedro de Animas, en San Pedro Cholula abogado de las Animas benditas, este día se realiza el cambio de la Mayordomía de este Circular que va transmitiéndose cada año de un barrio al otro. Para así culminar con la tradición del Día de muertos en San Pedro Cholula y una de las tradiciones más importantes para nuestro país que forma parte del Patrimonio cultural inmaterial de México.
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