CHOLULA.- Me acerque a la terapia que ofrece el Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos después de que me di cuenta de que estaba agrediendo a mi familia constantemente, sobre todo de manera verbal.
Muchas veces después de discutir con ellos me dolía la cabeza, me encerraba en mi cuarto y me dormía. No quería que me molestaran, ponía una barrera y ya nadie se me acercaba mucho menos me tenían confianza.
Me sentía muy frustrada. No me explicaba mis cambios de humor. A veces deseaba desaparecer y dejarlos para que fueran felices. Para ese tiempo mis hijos eran adolescentes, entonces se acercaban más a mi esposo.
Esta insatisfacción y soledad me provocaban mucho coraje con los demás. No tenía amigas, no salía, no me distraía, nada me hacía sentir bien.
Después de acudir a las sesiones del Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos todo esto ha cambiado. Me siento más integrada con ellos. Ya no me aíslo. Me siento parte de una familia. Continuo asistiendo porque sé que cada día las cosas van a estar mejor.