Desde el Templo de Quetzalcóatl

Por Juan Manuel ZACATELCO

Renovación de las dirigencias del PAN o pan con lo mismo

CHOLULA.- La anunciada renovación de las dirigencias del PAN es simple y llanamente una simulación, como ha sido todo desde algún tiempo para acá. Lejos quedaron las aspiraciones de los fundadores y de los recopiladores de la historia y de los principios de doctrina Panista que duraron vigentes tantos años y que nos allegaron al pensamiento de grandes personajes a nivel nacional y estatal quienes dictaban las directrices del quehacer del más real partido de oposición que ha existido en México, pero no más. Como muestra iniciemos con la renovación de la dirigencia nacional y de cómo todo cambiará para quedar igual. Marko cortés solo está preocupado por su futuro inmediato y poder influir en su sucesor para conservar el poder del Comité Ejecutivo Nacional. El Partido Acción Nacional (PAN) ha convocado oficialmente a la renovación de su dirigencia nacional, programada para el 10 de noviembre. La convocatoria establece los requisitos y formatos que deben cumplir los aspirantes al Comité Ejecutivo Nacional para el periodo 2024-2027.

La elección se realizará mediante voto directo, libre y secreto de los militantes, quienes deben contar con al menos 12 meses de afiliación y estar registrados en el Listado Nominal Definitivo de Electores. Se espera que más de 302 mil militantes participen en este proceso. Figuras como Damián Zepeda han manifestado su interés en la dirigencia y han subrayado la importancia de abrir el partido a la ciudadanía, evitando el control de los padrones por facciones internas. Otros posibles candidatos incluyen a la senadora Kenia López, Adriana Dávila y el coordinador de los diputados, Jorge Romero. La comisión organizadora, presidida por Ana Teresa Aranda, anunció que los aspirantes podrán registrar su intención desde la emisión de la convocatoria hasta el 14 de septiembre. Durante este periodo, deberán reunir al menos el 10% de las firmas de apoyo, sin que más del 5% provenga de un solo estado. El proceso de recolección de firmas finalizará el 17 de septiembre, permitiendo también la opción de conseguir el 30% de las firmas del Consejo Nacional. La convocatoria garantiza la participación femenina mediante un mecanismo de paridad, permitiendo el registro de la candidata con mayor porcentaje de firmas si no alcanzan el umbral requerido. Se organizará un debate entre los aspirantes en octubre, y la elección final, en la que participarán 302,982 militantes, se llevará a cabo el 10 de noviembre. Los aspirantes a suceder a Marko Cortés tendrán 30 días para reunir 30,298 firmas de militantes o 114 firmas de consejeros nacionales. Aquellos que consigan los apoyos tendrán 45 días para realizar su campaña. Nuevamente sólo simulación. En Puebla existe la incertidumbre sobre el método de elección de su próxima dirigencia estatal y los posibles candidatos a suceder a Augusta Díaz de Rivera Hernández en la presidencia del Comité Directivo Estatal. Lo único que se sabe es que el presidente municipal de Puebla, Adán Domínguez Sánchez, no será candidato de unidad del grupo dominante, que tiene como cabeza a Eduardo Rivera Pérez, la Organización siempre tendrá el control del panismo poblano; aunque existen tres posibilidades: una, que el grupo de Eduardo Rivera busque otro candidato con más presencia y arraigo entre la militancia del PAN; dos, que el propio Eduardo Rivera se registre como candidato, sobre todo si se opta por una elección abierta a la militancia con centros de votación en diferentes municipios de la entidad; y tres, que el actual grupo dominante haga alianzas con otros, con los cuales ha transitado en el pasado reciente, cediendo la presidencia pero no el control del Comité Directivo Estatal. Esto se complica un poco por la aparición del ex-presidente de San Andrés Cholula; Edmundo Tlatehui Percino, quien viene empujando la iniciativa de que la próxima dirigencia del PAN surja de una elección en la que puedan participar los 21 mil 581 miembros de su padrón estatal; y el conformado por el ex-candidato a la alcaldía de Puebla, Mario Riestra Piña, y el actual presidente del Comité Directivo Municipal de la capital, Jesús Zaldívar Benavides. Aunque existen antiguos adversarios de grupos antagónicos a Eduardo Rivera, como en los que participan algunos ex-presidentes del partido, como Genoveva Huerta Villegas, Rafael Micalco Méndez y Ángel Alonso Díaz Caneja, entre otros. Dejando a los miembros del Consejo Estatal la responsabilidad de elegir al presidente y la secretaria general que sustituirían a Augusta Díaz de Rivera y Marcos Castro Martínez, las probabilidades de derrota del grupo de Eduardo Rivera se diluyen, pues éste tiene a más de la mitad de los 108 consejeros que conforman este órgano del partido, obvio toda la Organización está operando para que sea el Consejo el gran elector y conservar el control del partido aún con el riesgo de imitar los destinos que han llevado a la debacle del PRI y del PRD. Nos veremos.