Científicos cartografiaron los ríos del mundo durante 35 años y descubrieron cambios impactantes

Los casi 3 millones de ríos que recorren el mundo están experimentando cambios rápidos y sorprendentes, con implicaciones potencialmente drásticas para todo, desde el suministro de agua potable hasta riesgos de inundaciones, según un nuevo estudio.

Los científicos cartografiaron el flujo de agua a través de cada uno de los ríos del planeta, todos los días durante los últimos 35 años, gracias al uso de datos satelitales y modelos informáticos. Lo que descubrieron los dejó estupefactos.

Casi la mitad de los ríos más grandes del mundo, el 44%, vieron una caída en la cantidad de agua que fluía a través de ellos cada año, según la investigación publicada este jueves en la revista Science.

Ríos como el Congo, el segundo más grande de África, el Yangtze, que serpentea a través de China, y el de la Plata, en América del Sur, se achicaron significativamente, dijo Dongmei Feng, autor principal del estudio y profesor de hidrología en la Universidad de Cincinnati.

En los ríos más pequeños que se encuentran aguas arriba, sobre todo en zonas montañosas, la historia fue diferente: el 17% experimentó un aumento en el caudal.

Si bien el estudio no profundizó en las razones detrás de los cambios, los autores dicen que los impulsores claros son la actividad humana y la crisis climática impulsada por los combustibles fósiles, que cambian los patrones de precipitaciones y aceleran el derretimiento de la nieve.

Estudios anteriores tendieron a centrarse únicamente en los flujos de agua a través de los ríos más grandes y produjeron resultados limitados a ubicaciones específicas en puntos específicos en el tiempo, dijo Colin Gleason, coautor del estudio y profesor de ingeniería civil y ambiental en UMass Amherst.

Los métodos utilizados en esta investigación les permitieron observar “todo a la vez”, le dijo a CNN. Si bien esto puede no brindar aún la precisión local de otros estudios, “creemos que este es quizás el mapa más preciso del flujo de un río que se haya hecho jamás”, dijo.

La conclusión de Gleason fue: “Dios mío, los ríos del mundo son muy diferentes de lo que pensábamos”. Algunos están cambiando a un ritmo del 5% o 10% anual, según el informe. “Es un cambio muy, muy rápido”, afirmó.

Los ríos son “como los vasos sanguíneos de la Tierra” y los cambios en su forma de fluir tienen efectos profundos, dijo Feng.

Según el informe, la disminución significativa del caudal río abajo implica que hay menos agua disponible en las partes más grandes de muchos de los ríos del planeta, lo que se traduce en menos agua dulce para beber, regar los cultivos y mantener al ganado.

Los caudales más lentos también implican que los ríos tienen menos capacidad para desplazar los sedimentos, compuestos de tierra y pequeñas rocas. Esto tiene grandes repercusiones, ya que los sedimentos son vitales para la formación de deltas fluviales, que proporcionan protección natural contra el aumento del nivel del mar.

Para los ríos más pequeños, muchos de los cuales se ven afectados por el aumento del derretimiento del hielo y la nieve a medida que el mundo se calienta, los flujos más rápidos pueden tener algunos impactos positivos, como proporcionar nutrientes a los peces y ayudar a su migración.

Pero también causa problemas. Un caudal más rápido puede “dar un vuelco inesperado” a los planes hidroeléctricos en zonas como el Himalaya, ya que se transportarán más sedimentos río abajo, lo que podría obstruir la infraestructura.

También puede empeorar las inundaciones. El estudio determinó que hubo un aumento del 42% en las grandes inundaciones de los pequeños ríos aguas arriba durante el período de 35 años. Gleason señaló a Vermont, que ha sufrió inundaciones devastadoras en los últimos veranos debido a factores como el cambio climático, que está aumentando la intensidad de las precipitaciones, y la interferencia humana en el caudal de los ríos.

Según Hannah Cloke, profesora de hidrología de la Universidad de Reading que no participó en el estudio, era importante el amplio enfoque de la investigación para incluir incluso los ríos más pequeños.

“Algunas de las inundaciones más letales no se producen necesariamente en los grandes ríos que uno podría esperar”, le dijo a CNN. “En cambio, están vinculadas a ríos pequeños o incluso normalmente secos que de repente se llenan de agua y arrastran personas, automóviles y edificios”.

El siguiente paso es descubrir exactamente por qué los caudales de estos ríos están cambiando tan rápidamente y determinar cómo responder al fenómeno.

“Existe un vínculo directo entre la actividad humana y los cambios en el ciclo vital del agua”, le dijo Cloke a CNN. Proteger los ríos implica quemar muchos menos combustibles fósiles, adaptarse a los cambios ya establecidos y responder a los efectos colaterales de las acciones humanas, como alterar los cauces de los ríos y construir en las llanuras aluviales, agregó.

“Los ríos son animales dinámicos y hermosos”, afirmó Cloke, “y los humanos nunca deberíamos darlos por sentado ni desperdiciar los recursos que nos brindan”.