CHOLULA.- Se escucha por ahí que con eso de que ya en todas partes se elaboran los chiles en nogada, quienes se adjudican ser los principales promotores del platillo barroco, ya buscan que el platillo sea certificado de autenticidad y de originalidad, para poder garantizar al comensal, que en verdad está saboreando un chile en nogada, y no una variante del mismo. Y es que hay quienes ahora hacen nogada sin nueces de castilla, vaya usan solamente elementos sustitutos, dan el sabor, pero no es nuez, no es nogada en realidad, y la fruta no es la que deben de llevar, fruta natural, de la zona del volcán, usan fruta cristalizada. Hay muchos alimentos y productos, que fueron certificados, y lo deben demostrar, garantizando la autenticidad del producto. La idea no es descabellada, no será fácil de lograr, pero sería muy bueno, porque por un lado se garantiza le están sirviendo un auténtico chile en nogada. ¿Será? Se escucha por ahí, que hace unos años, se hizo algo parecido, no se logró la certificación, pero sí que el vendedor de cecina, la cual se consume en gran cantidad durante el mes de septiembre en San Pedro Cholula, por ser el platillo de feria, se le informara al consumidor, si la carne era de res o de caballo, y en ambos caso era apta para el consumo humano. Se evitó, como dijeran por ahí no dieran gato por liebre. El consumidor podría elegir, de la barata, que es de caballo, o de la más cara, de res. Se protegió a quienes venden cecina de primera, de res, tanto establecidos, como los eventuales quienes llegan solo en la feria. Todo se puede, sin engañar o defraudar al consumidor. ¿Será? Se escucha por ahí que en la calle 5 Oriente, entre la 2 y 4 Sur, hay una obra en construcción prácticamente abandonada, el dueño de la propiedad, quien al parecer es un político de otro municipio poblano, decidió no terminarla, y poner solo unas láminas, tipo protección a la obra, las cuales con el paso del tiempo, están fuera de su lugar y representan un peligro para los peatones. Los vecinos, y quienes pasan por ahí, sobre todo los domingos que son visitantes, piden al dueño o encargado de la propiedad, repare el desperfecto y evite un accidente, así se puede evitar problemas legales. ¿Será? Se escucha por ahí que las tradiciones en Cholula, son muy bonitos, son todo un atractivo para propios y extraños, lo malo es cuando se cae en los excesos, sobre todo en el consumo del alcohol. El pasado fin de semana se tuvieron varias festividades patronales, tanto en barrios como en algunas juntas auxiliares, la tradición es que cierren por un par de días un par de calles, para la instalación de puestos, sin embargo en esta ocasión escudados en la frase “así es la tradición”, cerraron más de 5 calles que conducen al templo del barrio, como ocurrió en Jesús Tlatempa, en donde los mayordomos decidieron instalar juegos mecánicos por más de una semana, y los vecinos tuvieron que aguantarse con su berrinche. Lo que resultó intolerable para los vecinos, fue el exceso de alcohol, a cualquier hora se vieron a personas bajo los efectos del alcohol, deambulando por las calles, o tirados en las mismas. Eso trajo a la mente de muchos la postura del párroco Rafael Amador Tapia, quien los hizo reflexionar que todo es bueno, lo malo es el exceso, y peor aún se escuden en una tradición, que no tiene nada que ver con regalar y vender más alcohol que otra cosa. ¿Será? Se escucha por ahí que el tema da para mucho, sobre todo ahora que se acerca la feria, en la cual se dan permisos para la venta de todo tipo de alcohol, predominando las cervezas. Y es que la mayoría de los comerciantes de este tipo de bebidas, lo mismo le venden a un adulto, que a un menor de edad, y mientras tengan con que pagar, ellos venden y venden, sin tomar en cuenta que el cliente apenas se pueda detener en pie, como dicen algunos “negocio es negocio”. Se tienen experiencias en el pasado, de cómo jovencitas alcoholizadas, no son respetadas por los “amigos” y menos por los desconocidos. Los padres de familia, deberán de platicar con sus hijos, para que acudan a divertirse, pero no caigan en los excesos, y menos en el alcohol, todo sea por su seguridad y tranquilidad. Abuuuuuuuuuurrrrrrr.