* El 1 de abril, aniversario luctuoso
Por Epigmenio ROJAS CASTRO
CHOLULA.- Han pasado 11 años de la muerte del Dr. Alfredo Toxqui Fernández de Lara, a quien muchos le llegaron a llamar “el hijo predilecto de Cholula”, lo cual le incomodaba, pedía no lo hicieran; esa humildad era una de sus características, hace 40 años aplicó la frase de “Cancelar odios y rencores”, buscando la reconciliación, la paz en los poblanos, quienes habían vivido 12 años de debacle, de 1963 a 1975 habían pasado como gobernadores Antonio Nava Castillo, Arturo Fernández Aguirre, Rafael Moreno Valle, Mario Mellado García, Gonzalo Bautista O’farril, y Guillermo Morales Blumenkron.
Mucho se ha hablado y escrito del Dr. Alfredo Toxqui Fernández de Lara, quien naciera el 5 de agosto de 1913, en su tierra de la que se sentía orgulloso, la presumía, San Pedro Cholula, hasta su fallecimiento el 1 de abril de 2004. Médico de profesión, político por pasión, guía y maestros de otros muchos políticos que destacaron en las últimas décadas. Un hombre sencillo, humilde, y quien finalmente le dio la estabilidad que requería el Estado, luego de tanto cambio de gobernante. Pasaron 12 años para tener un gobernador de 6 años completos, militante del PRI.
Ocupó muchos cargos políticos, que han sido mencionados.
Hoy me permito simplemente comentar algunas anécdotas que me tocaron vivir cerca de él, por la cercanía que tenía con mi familia, principalmente con mi abuela Lucinda Jiménez Blanca, por lo cual en algunas ocasiones lo llegue a ver ahí, en el domicilio de mi abuela en la avenida Miguel Alemán, No.706. Alguna vez en su domicilio, en la colonia Gabriel Pastor, en la ciudad de Puebla. Ya de grande, recuerdo que en el ISSSTEP le pretendían poner a un área del hospital su nombre, o a la biblioteca, el no aceptó, comentó que había personajes mucho más importantes que se lo merecían. Y lo mismo ocurría cuando alguna dependencia trataba de hacerlo.
En su larga carrera como funcionario público, tanto por elección popular, como por invitación, llegó como candidato a presidente municipal de San Pedro Cholula, Quetzal, dio la noticia, y no faltaron quienes me criticaron, se llegaron a burlar, no podían creer que luego de ser gobernador y ocupar otros cargos, fuera a venir como candidato, un par de días después, era ya oficial, y esos críticos solo agachaban la mirada ante un servidor. Fue ahí en el entonces auditorio de Casa de Cultura, en donde se hizo el pronunciamiento oficial por parte de la dirigencia del PRI. Ya casi a su salida, me llamó y a solas me comentó “Eres audaz, que tal y si no fuera candidato, como quedarías. Gracias por adelantarte”. Llegaron las elecciones y ganó la presidencia.
Siempre humilde, no le agradaban los lujos, gustaba de ir de compras con su amada esposa Sarita, fueron la pareja ideal. En alguna ocasión, antes de ser candidato en San Pedro Cholula, los vi en la Comercial Mexicana, ella en la ciudad de Puebla, y como enamorados iban realizando sus compras, algunos clientes al verlos, se sorprendían y lo saludaban, no daban crédito que un ex gobernador anduviera de compras, y lo más sorprendente sin escoltas.
Escucharlo platicar sobre Cholula, era pasarse horas y horas con él, se le aprendía mucho. Le había dedicado horas y horas de su vida, a investigar sobre la cultura cholulteca, de la cual se sentía muy orgulloso, y de política, ni se diga.
En otra ocasión, había dejado ya la presidencia municipal, y un servidor andaba repartiendo el periódico en los puestos que se tenían fuera de la ciudad, regresaba junto con mi familia de haber ido a Atlixco, Chipilo, estaba en Tonantzintla, cuando lo vi pasar en su carro Nissan, de color café, luego me lo cruce en otra calle, volteaba de un lado a otro, me detuvo y me acerqué a él, no daba con el domicilio de uno de sus compadres, le expliqué como llegar, estaba a 2 calles de dicho lugar. Me agradeció, un par de días después en otro encuentro casual, me volvió a dar las gracias.
Un presidente municipal mandó a la entrada de la presidencia municipal una placa alusiva al Dr. Alfredo Toxqui Fernández de Lara, lo cual no le agradó y ahí estuvo unos años, hasta que cuando llegó como presidente, pidió la retiraran y la pusieran por ahí, y si le hicieron caso, la pusieron por ahí, hasta que pasados los años llegó otro presidente municipal y la mandó poner en los jardines del parque.
Hoy, creo que hacen falta hombres y mujeres con esas características, que vean la política como un puente entre el gobierno y la sociedad a la cual deben de servir, y no servirse de ella, en saber hacer a un lado o cancelar esos odios y rencores, para en verdad ser un empleado del pueblo.