* Miguel Ángel Xochipa, 23 años dedicados a esta actividad
Por Epigmenio ROJAS CASTRO
HUEJOTZINGO.- Un mosquetón para carnaval debe ser un arma bien tallada, original, pero sobre todo muy segura y eso depende de tener el herraje adecuado, el cual debe ser también una combinación perfecta con el tallado de la madera o bien al gusto del dueño del arma.
Platicando Miguel Ángel Xochipa Morante, nos explica “Tengo 23 años dedicado a lo que es el herraje para los mosquetones, haciendo todas y cada una de las piezas, pero también les damos mantenimiento preventivo y reparación de los mosquetones. Iniciemos por saber cómo se llama cada una de las piezas de los herrajes, abrazaderas, tubos, morteros, guardamontes, grabados, chapas, zapatillas de figuras. Cada una es trabajada para darle la forma que el cliente pide. Hacer un trabajo nuevo nos lleva un par de semanas hacerlo, en promedio, depende de que tan complicado sea el diseño.
Cada pieza es trabajada desde que se tiene el metal tal y como lo compras en la ferretería. El cliente trae el mosquetón tallado, y es cuando uno empieza a trabajar, deben ser piezas a la medida de la madera, por lo tanto no puedes tener ahí ya piezas elaboradas, porque además cada una lleva su propio diseño”.
Así tomando las piezas del herraje, va explicando, y mostrando la pieza casi terminada y luego la piezas ya terminada, una vez que la ha trabajado para darle la forma mediante el calor de un soplete, el golpe del martillo o el rayado, en fin que cada una de las piezas requiere para ir tomando la forma deseada, pero también el tamaño preciso.
“Cada pieza tiene una función determinada, de acuerdo a ello, es como debes de trabajarla, darle el templo, la figura, ponerla y probarla. Uno está consciente de que debes entregar un trabajo bien terminado, no solo para la vista, sino para su uso. Eso nos ha permitido el que los clientes nos tengan confianza”.
¿Te traen ya la madera tallada, lista para montarle el herraje?
“Hay de todos, desde la traen así como dices, pero hay quienes la traen al natural, aquí la pintamos, la barnizamos, y ya luego se le coloca el herraje”.
Una de las pizas más importantes es el tubo o cañón, en donde ahora se usa tubo templado, del usado en las calderas, “Aquí hay que cuidar sea un material que resista, recordemos que en pocas horas será sometido a una intensa actividad, el metal se calienta, y si no está en buenas condiciones o es de buena calidad, se puede reventar, se florea, y eso genera un accidente que lamentar, eso no lo podemos permitir”.
En cuanto a la vida útil de un cañón, dice “Es variable, depende del tubo, luego de que tanto has cuidado el arma, si les da su mantenimiento adecuado por lo menos una vez al año, te puede durar entre 8 y 10 años, pero bien cuidado. Si no se le da mantenimiento, si no es cuidado, en unos 4 años, hay que cambiarle las piezas. El mantenimiento debe ser y el que les recomiendo, es terminado el carnaval, traerlo para una revisión de piezas por piezas, el lavar el cañón, retirarle toda la pólvora que se cumula en el arma, que se queda pegada en el cañón, es corrosiva, y si se deja ahí irá dañando el metal, lo irá debilitando”.
Al preguntarle sobre el costo de todo el herraje, nos indica “Es variable, por el diseño que pida el cliente, pero te puedo decir que va desde los 4 mil 500 pesos, hasta los 8 mil pesos. Es una referencia, repito, depende del tipo de trabajo que pidan, y el mantenimiento igual, va dependiendo de lo que requiera el arma, porque en ocasiones la puedes ver bien, pero cuando ya la revisas, puedes encontrar que alguna pieza está dañada, fracturada, y el cliente determina si la cambia y eso cambia el precio”.
Y así en su pequeño taller, nos muestra las armas que tiene ya listas para entregar y las que debería de trabajar, para que el próximo martes, la usen sus dueños, seguros de que tienen un mosquetón, bonito, una pieza donde se combinan 2 artes, el tallado de la madera y el herraje, para así disfrutar del tradicional carnaval.