Hándicap Político
Por Fernando SANDOVAL
Analista Político y Electoral
Me preguntaban que porque no seguimos en la temporada de literatura y vida política, unos dicen que no se lleva el agua y el aceite, las letras y el fanatismo en épocas electorales y pandémicas.
Pero, en verdad la literatura esta de la mano para el estrés de quienes amamos la vida pública política y poética.
En la vida del Facebook no solo encontramos la vida pública de los funcionarios o de los actores que buscan una frivolidad mediática que los dé a conocer y les levante el rating, sin embargo, hay que detenerse no solo a leer sobre los feminicidios, los abusos o los deseos de unos y de unas.
Hoy encontramos en “Mirrey Moderno”, espacios verdaderamente vivos y con otra visión donde no solo el hablar de una mujer significa todo, también es el derecho de compartir otros criterios y amplios paradigmas en el acontecer de las relaciones interpersonales en épocas modernas.
Para muchos la descripción moleste a algunas y algunos pero también se tiene que decir, para muchos hombres comenta el texto, “salimos con mujeres por dos razones: sexo y amor. La mayoría de los casos no nos casamos por sexo o por amor pero se casan por estabilidad”.
Se anexa, que muchas mujeres para entregarse lo hacen primero por amor, ¿Otras? ¿Deseo o necesidad?
“Un hombre puede amarte y no casarse contigo. Un hombre puede tener sexo contigo durante años sin casarse contigo. Pero inmediatamente encuentra a alguien que aporta estabilidad en su vida, se casa con ella.
Los hombres somos visionarios cuando piensan en el matrimonio, no piensan en vestidos de novia, damas de honor, cualquier cosa que la mujer piense que es fantasiosa”. Esas son frivolidades, presunción y banalidad.
Los hombres piensan «Esta mujer puede construirme un hogar».
Las mujeres son tiernas, amorosas, hermosas, alegran tu vida, tienen la capacidad de dar y recibir y multiplicar todo en tu vida.
Pero, ¿Qué pasa cuando la mujer o el hombre vienen de relaciones fracasadas?
¿Qué buscan? ¿Placer? ¿Descanso o armonía final de sus vidas?
El Hombre “Le da víveres, ella prepara una comida deliciosa, le das dinero, ella te da paz, tú le das esperma y ella te da hijos.
Le das molestias, se convierte en tu peor pesadilla y la mayoría de los hombres lo saben. Es por eso que un hombre puede quedarse con una mujer durante años y conocer a otra en un mes, y luego casarse.
Es la estabilidad lo que queremos.
El sexo es un placer, el amor es un afecto, el respeto es estabilidad.
Apenas en redes sociales, pareciera tal forma que todo se arregla en es mundo donde todos tienen valor de escribir y de redactar pero nadie tiene la fuerza combinar los vaivenes mas amorfos.
Hoy en día, nadie quiere compromiso, les pesa la responsabilidad, parece que la infidelidad es algo pecaminoso y tormentoso pero ¿Quién provoca a quién?
Relaciones enteras buscan resolver las vidas a conveniencia y a beneficio propio sin ver en los demás. En redes sociales es de valientes y «Cuando la gente es sana y le gustas, quiere y tiene huevos… ¡se avienta! Le entra, no anda con juegos ni vueltas.
¡Quien quiere, quiere! Así es la política, no de tibios, de perdedores.
Los que quieren hacen todo lo posible por estar visibles. Quienes no, no sabe, tiene dudas, a lo mejor sí, a lo mejor no, pero le gustas, pero asusta y eso no va, no se puede estar diciendo, ni pienses, ¡que yo te voy a estar esperando!. Han caído imperios por amor, se han perdido guerras, se ha renunciado a herencias, cambiado de religiones por amor, se han abandonado países.
¡Se ha dado la vida por amor!
“El amor se vive, se comparte, se disfruta y se duele. Es la vida, es la muerte. Es eterno, es momentáneo, es sutil y fraterno. Unos dicen que es familiar y es prohibido, otro que es necesario. El amor es infiel porque si se tiene se aburre, se hace monótono, el amor es sublime e infinito. Disoluto y soluble. Se bebe, sirve para embriagarse el alma, el corazón pero, también asfixia, es como una enfermedad de la cual no existe vacuna alguna.
Pero ¿quién soy yo para hablar del Amor?
A pero muchos tienen el valor de levantar la mano y decir yo quiero, cuando sus posibilidades son ínfimas o pecaminosas, ya se ha escrito en anteriores ensayos.
¿Y tú no sabes si vas a poder amar de verdad?”
¿Y sabrán que para ser candidato al amor como a un cargo de elección popular se tiene que tener valor, conocimiento y entrega.
¡No jodan, no fastidien!
¡Si se la juegan es para ganar, para ser triunfadores! Hacer una verdadera familia es el reto no andar pensando si algún día llegará uno mejor!
Si tuvieron la oportunidad a recomponer, a recapacitar y construir.
Ya basta de lamentaciones y arrogancias.
Los tiempos, son de Dios y son perfectos.
¡Qué cosas!