El agua, recurso escaso: un futuro que ya llegó
Mtro. Gerardo GALICIA
CHOLULA.- El agua, fuente vital para la vida en la Tierra, se está convirtiendo en un recurso cada vez más escaso y motivo de preocupación mundial. Aunque tres cuartas partes del planeta están cubiertas de agua, solo el 3% de esta es dulce y, peor aún, menos del 1% está disponible para consumo humano. La escasez de agua ya no es un problema exclusivo de regiones áridas o en desarrollo; es un desafío que afecta a ciudades y comunidades en todo el mundo, desde Sudáfrica hasta California.
En muchos lugares, la crisis hídrica se ha vuelto evidente. Ciudades como Ciudad del Cabo, que en 2018 estuvo al borde de un “Día Cero” –el momento en que el agua se agotaría por completo–, se han convertido en símbolos de un problema global. Los ríos se secan, los acuíferos se agotan y el cambio climático exacerba esta crisis al alterar los patrones de lluvia y aumentar la frecuencia de sequías.
Pero, ¿cómo llegamos aquí? La sobreexplotación de los recursos hídricos, el crecimiento descontrolado de la población, la agricultura intensiva y la contaminación de las fuentes de agua son factores determinantes. El agua se ha transformado en un bien preciado, donde los conflictos por su acceso ya han comenzado a surgir. Algunas regiones rurales, donde el agua es fundamental para la agricultura, están compitiendo con las ciudades en rápido crecimiento que demandan más del suministro para uso urbano.
Esta crisis, además, es un problema de justicia social. Las comunidades más pobres son las que más sufren la falta de acceso al agua potable, lo que genera desigualdad y problemas de salud. La falta de agua segura también contribuye a perpetuar la pobreza, ya que las personas deben invertir tiempo y dinero en conseguir este recurso básico.
Ante este panorama, es urgente actuar. Los gobiernos deben adoptar políticas más sostenibles que promuevan el uso eficiente del agua, la protección de fuentes naturales y la inversión en infraestructuras que permitan su reutilización. Asimismo, la sociedad debe ser más consciente del uso responsable de este recurso en su vida cotidiana.
El futuro del agua depende de decisiones que se tomen hoy. La escasez de agua ya no es un problema lejano, es una realidad que nos afecta a todos. La pregunta es: ¿estamos listos para enfrentarla?