Concheros visitaron a la virgen de los Remedios

* Como cada año le llevan la ofrenda de sus danzas y cantos * Recordaron a la “Primera Palabra”, Manuel Tlatoa Guizar

Por Epigmenio ROJAS CASTRO

CHOLULA.- Como cada año, el grupo de concheros, considerado el más antiguo en México, acudió al santuario de la virgen de los Remedios, para visitarla y venerarla mediante sus danzas, sus cantos, así como lo hizo y los encabezó por décadas la Primera Palabra, Manuel Tlatoa Guizar, a quien recordaron manteniendo viva esta tradición cholulteca.

La mañana del sábado 7, reunidos en el templo de San Miguelito, en la 12 Oriente, los danzantes al filo de las8 de la mañana iniciaron su caminar hacia el santuario de la virgen de los Remedios, iban danzando, cantando, portando con mucho orgullo su atuendo prehispánico, era un momento de mucha alegría, porque sus pasos se encaminaban hacia la gran pirámide, la cual está coronada con el santuario de la virgen de los Remedios a quien iban a visitar.

Así en 2 columnas, fueron avanzando, llamando la atención de personas quienes andaban ya por la 12 Oriente y la 4 Norte. Esta tradición se desarrolla tradicionalmente el 8 de septiembre, sin embargo este año por algunos motivos de sus integrantes, optaron por adelantarla 24 horas.

En el trayecto nos comentaron que esta actividad tiene como finalidad el celebrar la natividad de María, y venerar a la virgen de los Remedios, por parte del grupo de concheros más antiguo de México.

Llegaron al pie de la escalinata, sin dejar de danzar, ahí hicieron una pequeña pausa respecto a avanzar, sus pies no descasaron, seguían con sus danzas, y así danzando empezaron a subir ante la mirada de admiración y en algunos casos de incredulidad, al verlos con ropas o atuendos prehispánicos, sus estandartes, propios de la cultura cholulteca, subiendo, cantando, con una gran resistencia.

Además manteniendo esta tradición que por décadas encabezó la Primera Palabra Manuel Tlatoa Guizar, lo recuerdan con muchos cariño y agradecimiento por todo lo que les enseño.

Ya en el atrio del santuario, durante horas, estuvieron ahí danzando, agradeciendo a Tonantzin, su amparo y protección, prometiendo regresar el próximo año, como lo hacen cada año.