CHOLULA.- Siempre creí ser una mujer fuerte, una persona que podía enfrentar todo tipo de problemas, al menos esa era la imagen que traté de dar entre la gente, en especial ante mis amigas, con las que ocasionalmente me reunía.
Cierto día había trabajado bajo mucha presión observé cómo aparecían en mi cuerpo algunas erupciones, las cuales me ocasionaban comezón y dolor , el médico me recetó una pomada y me sugirió ayuda de tipo emocional, me dijo que yo era una persona muy nerviosa y que esto era lo que me provocaba ese malestar en la piel.
Para mí no fue fácil acudir a un grupo de terapia, pero lo hice con la esperanza de sentirme mejor, en el Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos, he descubierto que a pesar de mi imagen de fortaleza, si necesito ayuda, ya que soy esposa de un hombre alcohólico, con el que he tenido muchos problemas, sobre todo porque continuamente se desentiende de sus responsabilidades.
Continuo asistiendo porque para mí son invaluables los cambios que he podido hacer en mi vida, me comunico mejor con mis hijos, con mi esposo, estoy más relajada y he aprendido que el trabajo también se puede disfrutar.