A más de 100 días de Otis, negocios viven en incertidumbre en Acapulco CHOLULA.- El sector restaurantero opera a un 80%, pero más del 50% lo hacen sin tener disponible su menú completo, o sin su infraestructura al 100% debido a los daños que sufrieron. A más de 100 días del paso del huracán Otis por Acapulco, muchas pequeñas y medianas empresas (pymes) enfocadas en el sector turístico siguen a la espera de recibir ayuda para reabrir sus operaciones y, al mismo tiempo, viven la incertidumbre de no saber cuándo podrá regularse el flujo de turistas y de personas que tenían una segunda residencia en el puerto.

A más de 100 días de Otis, negocios viven en incertidumbre en Acapulco

CHOLULA.- El sector restaurantero opera a un 80%, pero más del 50% lo hacen sin tener disponible su menú completo, o sin su infraestructura al 100% debido a los daños que sufrieron.

A más de 100 días del paso del huracán Otis por Acapulco, muchas pequeñas y medianas empresas (pymes) enfocadas en el sector turístico siguen a la espera de recibir ayuda para reabrir sus operaciones y, al mismo tiempo, viven la incertidumbre de no saber cuándo podrá regularse el flujo de turistas y de personas que tenían una segunda residencia en el puerto.

 

Pasan los días y la situación para los negocios sigue siendo compleja y hasta el momento no tienen clara cuál será la estrategia para que puedan terminar de recuperarse. Enrique Castro, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (CANIRAC), observa tres elementos que complican la regulación de sus operaciones.

“Detectamos tres frentes que tenemos que encarar. El primero es la integridad de nuestros negocios y colaboradores; el segundo son los daños, muchos negocios lo perdieron todo y quienes no tuvieron tantas afectaciones, fueron victimas de la rapiña; el tercero es lo laboral, parte del personal decidió irse a trabajar a otras entidades o prefirieron no laborar para recibir la ayuda del gobierno”, indicó Castro.

El directivo comentó que actualmente el sector restaurantero opera a un 80%, pero más del 50% lo hace sin tener disponible su menú completo, o sin la infraestructura al 100% debido a los daños que sufrieron.

En el 20% restante se encuentran los restaurantes de alta gama, los cuales no han querido abrir debido a la falta de turistas y personas que tenían una doble residencia en Acapulco.

“La falta de turistas se irá agudizando y necesitamos que sea un foco de atención para los tres niveles del gobierno. De los 54,000 cuartos que se tenían disponibles, hoy sólo contamos con 7,000. Además, tenemos contacto con presidentes de asociaciones de condominios, particularmente en la zona Diamante, y nos informan que los edificios se quedarán así dos o tres años, entonces es un problema que a mediano plazo irá creciendo si no se tiene una estrategia clara de recuperación”, señaló Castro.

En tema de créditos, siguen a la espera del programa que promoverá la Financiera del Bienestar, donde en la categoría uno se entregarán hasta 25,000 pesos por negocio a tasa cero. Sin embargo, los ciudadanos recibieron entre 35,000 y 60,000 pesos de ayuda para limpieza y vivienda, a lo que el dirigente de CANIRAC no dudó en afirmar que no hay punto de comparación y pidió que la estrategia de rescate a los negocios cambie y sea más contundente.

“Es urgente que la estrategia del gobierno cambie radicalmente y se enfoque en el rescate de los negocios. Hay restaurantes que perdieron sus paneles solares que costaban más de un millón de pesos, mientras que el crédito más grande al que accederemos sería en todo caso de 300,000 pesos. Simplemente no hay punto de comparación”, explicó Castro.

La rapiña hizo más daño

Los daños ocasionados por el huracán no fue la única mala noticia para los negocios en Acapulco, pues en los siguientes días se presentaron actos de rapiña que terminaron por quitarles lo poco o mucho que les había quedado, un hecho que complica aun más su panorama de cara a una posible reapertura.

“Tengo un socio que tiene una pizzería en plaza La Isla, un centro comercial en Punta Diamante. Al principio estaba contento porque a su local no le pasó nada en el huracán, pero en la rapiña le robaron su horno, sus computadoras de punto de venta y parte de su mobiliario, entonces en este momento está imposibilitado para abrir, está valorando esperar un crédito o cerrar definitivamente. En muchos casos, la rapiña hizo más daño que Otis”, mencionó Castro.

En términos generales, las plazas comerciales viven un momento muy complicado y en gran medida es por los saqueos. De igual forma el líder de Canirac tiene claro que aunque lograran reabrir, si no se tiene una estrategia de seguridad y de rescate al turismo, se terminarán perdiendo más negocios.

 

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