Por Nancy LUNA SORCIA
CHOLULA.- Anualmente, entre el 24 de octubre y el 11 de noviembre, se celebra el Día Mundial del Origami, en homenaje a una expresión artística basada en la práctica del plegado de papel, para crear diversas figuras.
Se conmemora el origami, por considerar a esta forma de arte milenaria como una actividad pacífica que une a las personas, fomentando la amistad, la concentración y el desarrollo de la creatividad.
Las fechas de elección para la celebración del Día Mundial del Origami desde el 24 de octubre hasta el 11 de noviembre, se debe a que el 24 de octubre es el aniversario del nacimiento de Lillian Oppenheimer (1898-1992), quien fundó el primer grupo de Origami en Estados Unidos.
Fue una de las fundadoras de la Sociedad Británica de Origami y OrigamiUSA, fascinada con la magia que se encontraba en un papel y quería compartirla con el mundo.
Es por ello que en Occidente este día mundial se celebra el 24 de octubre, por iniciativa de la agrupación OrigamiUSA en conjunto con la British Origami Society.
En cambio, esta efeméride se celebra en Japón el 11 de noviembre, utilizando la figura de la grulla, como símbolo de la paz.
Con la finalidad de integrar esta celebración a nivel mundial, se propuso celebrar desde el 24 de octubre hasta el 11 de noviembre los días internacionales del origami.
Este arte del plegado de papel se originó en China, aproximadamente en el siglo I o II d. C, integrándose en la tradición japonesa en el s. VI. Durante el periodo Heian (794 a 1185) personas de posición económica acomodada utilizaba el origami en las ceremonias de la nobleza. Entre 1338 y 1573 del periodo Muromachi el papel se volvió accesible para todos los estratos sociales, en donde el estilo de origami se utilizaba para distinguir un estrato social de otro.
Durante el periodo Tokugawa (1603 a 1867) se documenta la base del pájaro y la base de la rana en el libro Senbazuru Orikata, publicado en el año 1797.
El origami se introdujo en Occidente con los últimos comerciantes que hacían la Ruta de la Seda a Oriente, cuando Marco Polo trajo el papel en el siglo XIII.
En países hispanohablantes, como España y América del Sur, el escritor español Miguel de Unamuno introdujo el origami en la década de 1930. Fue considerado como el padre de la papiroflexia hispanoamericana.