CHOLULA.- Se escucha por ahí que ya se está en la recta final del 2023, y con ello se avecina la temporada de mayor derrama económica, lo que obliga a todos, a extremar precauciones para no ser blanco de la delincuencia. El famosísimo “Buen Fin”, por ejemplo que inició en el mes de diciembre, hoy por cuestiones de mercadotecnia será del viernes 17 de noviembre al lunes 20 de noviembre, y eso es una enorme derrama económica, por supuestas ofertas que hacen los grandes, medianos y chicos comerciantes. Los consumidores compran hasta lo que no les hace falta, porque hay que estar presumiendo que aprovecharon tal o cual descuento. La delincuencia al acecho de todos ellos. Luego el aguinaldo, que muchas empresas han optado por entregarlo también de manera adelantada, y supuestamente sin notificar cuando lo harán, para los delincuentes no se enteren, por desgracia quienes lo van a recibir, porque hay filtración de información lo divulgan poniéndose de apechito ante los pillos. ¿Será? Se escucha por ahí que quienes también ya se están adelantando son las corporaciones policiacas, con operativos preventivos, con información para que el ciudadano esté seguro. En muchos municipios, tienen el operativo “Acompañamiento bancario”, el cual es gratuito, en cada municipio tienen un número telefónico mediante el cual lo solicitan 30 minutos antes de ir por dinero, o llevar dinero a alguna institución bancaria, no importa el monto, lo que buscan las corporaciones policiacas es prevenir los asaltos y más aún lastimen o maten a un ciudadano. No lo deben desechar, ignorar, es mejor prevenir que lamentarse. ¿Será? Se escucha por ahí que también se acerca la temporada de las fiestas, los brindis de fin de año, las posadas, y más eventos sociales en los cuales no puede faltar el alcohol, desde una copa de sidra, que por cierto ya poco la consumen, hasta la bebida más cara, lo cual es bueno, lo malo es cuando se cae en los excesos, cuando a sabiendas de que hay operativos alcoholímetros, manejan cuando están alcoholizados y si los retienen o detienen, según sea el caso, se ponen muy dignos, se sienten ofendidos y les aflora la prepotencia, el influyentísmo, y no reconocen que no están en condiciones de manejar. Eso se debe de evitar, es mejor que otra persona maneje, y si no la hay, pedir un servicio de taxi, irá más seguro, pero sobre todo estarán más seguros los ciudadanos inocentes, que en la mayoría de los accidentes, son los que resultan víctimas de esos ebrios. ¿Será? Se escucha por ahí que municipios de la zona conurbada, tratan de ponerse de acuerdo para homologar horarios, y hay quienes no quieren dar a torcer su manita, y desean que los demás acaten el horario de su municipio. Las mesas de pláticas están abiertas, y quisieran llegar a un buen acuerdo antes de diciembre, lo cual se ve muy complicado. Algunos empresarios ya piensan que sería mejor que el gobierno del Estado, ante el escenario de desacuerdos, emita un decreto al cual todos se sujeten, estableciendo los horarios y otras medidas, como tener personal capacitado e incluso deban de pasar las pruebas de confianza, como los policías para desempeñar su trabajo y con ello evitar en todo lo posible que frustrados y resentidos sociales, descarguen su ira contra clientes del negocio de su patrón, esos llamados popularmente “mala copa”. ¿Será? Se escucha por ahí, que en eso de los centros de diversión, antros, botaneros, y similares, deben de estar los operativos para no permitir el acceso de menores de edad, y menos aún venderles bebidas alcohólicas. Lo que les estorba a los dueños, a quienes lo único que les interesa es el dinero, el signo de pesos en cada cliente, lo quitan ejemplo letrero visible prohibiendo la entrada de menores de edad, el que los jovencitos tenían que presentar su credencial de elector, demostrando ser mayores de edad. Hoy entra quien quiera y pueda, mientras que lleve dinero y no arme escándalo, son clientes bien recibidos y hasta les dan zonas preferenciales. Vaya desde la entrada, según vean los llamados “cadeneros” los dejan pasar o no, el argumento que están a su cupo, de risa, porque por un lado están vacíos, y por el otro, eso del cupo nunca lo han respetado. O ¿Usted sabe de un antro que tenga establecido un cupo límite? En fin, la seguridad de cada quien, depende de cómo se sepa cuidar y tenga principios y valores. Abuuuuuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrrrrr.