CHOLULA.- Se escucha por ahí que hace días un menor de tan solo 10 años de edad, se quitó la vida, y dejó un profundo dolor en los corazones de todos sus seres queridos, en especial sus padres por prohibirle el escuchar la música de ese “cantante” “Peso Pluma”, quien por cierto ha aprovechado la situación para incrementar su fama, lo que se traduce en dinero. Los papás no estuvieron de acuerdo en que su hijo escuchara esa música, se lo dijeron, el pequeño insistió hasta que llegó la indicación de tenerlo prohibido, el pequeño se a un lugar apartado y se quitó la vida. Todo esto deja ver por un lado la falta de amor propio, de amor a la vida. Falta de valores, que se inculcan en el seno familiar. La intolerancia en las nuevas generaciones, en la llamada “generación de cristal”, si no haces lo que te piden o dicen, se quiebran, se desmorona. Por otra parte, la otra parte es lo señalado por el cantante del estilo corridos urbanos, que como corridos se puede decir sería buena música, pero la letra no lo es. El señaló que es su música que la canta como quiere y lo demás le vale pepino. Esto hace reflexionar que el jalisciense no tiene ética, no tiene profesionalismo, y no tiene moral. Hace no mucho, brincaron por ahí algunos grupos de ONG pidiendo se modificara o modifique la letra de varias canciones de antaño, por tener una letra violenta, que incita a matar, que incita a cosas indebidas, vaya hasta discriminación social y sexual y etc., etc., y hasta donde se sabe esas canciones de antaño, no han causado la muerte de nadie, a lo más se emborrachan, y no por escuchar esa música, sino por los problemas sentimentales que se viven, que causan el escuchar esas canciones. ¿Será? Se escucha por ahí que ahora fue la vida de un niño, que le importó nada a ese cantante, simplemente el reflejo de la sociedad actual carente de valores, se decía. El gobierno nada hace por censurar todo el material que llega a la sociedad, como canciones, películas, series televisivas, y otros medios, se ha llegado al grado de poner como ídolos a los malos, a los que incitan a la violencia, a la delincuencia. Las generaciones de menos de 35 años, hoy se lamentan por haber permitido lo que en su momento consideraron era lo bueno, lo mejor. Cuestión de enfoques y criterios, que se respetan. Pero en eso de ser libres y poder hacer lo que se quiera y pueda; hay límites, uno de ellos es tú libertad termina en donde empieza la del otro. ¿Será? Se escucha por ahí que dirán, es responsabilidad de quien la escucha, cierto, pero también de quien la escribe y al difunde. Los chavos hoy día, hacen más lo que les prohíben, y más si saben que son sus padres quienes lo hacen, y es algo malo, algo peligroso. Son las consecuencias de vivir en una transformación social, en donde todo lo malo que tiene México, es cosa del pasado, de los enemigos de México, en donde queda la duda, ¿Quién será el enemigo de México? La respuesta la tiene solo usted, quien además debe de estar pendiente de lo que escuchan y ven sus hijos, porque si desde niños van viendo y escuchando que si no le dan lo que piden, entonces solo hay que matar, eliminar, destruir, y así felices, en verdad podrán ser felices. ¿Será? Se escucha por ahí que siguen las agresiones, las amenazas y hasta las muertes de periodistas, de informadores. Así como se considera al periodismo como la profesión más completa, también es la más peligrosa, porque el periodista, solo tiene su pluma como arma, hoy video o grabadora, en lugar de su pluma o bolígrafo, y los malos, tienen armas y hasta la protección de las autoridades, porque eso de estar combatiendo a los delincuentes, es un cuento de “cachiruloco”, solo en su imaginación ocurre eso. Hasta hace un par de semana, se veían esos actos contra el derecho a la liberta de expresión en otros Estados del país, ahora ya se ven y se viven en Puebla. Pudieran estar atrás de esas agresiones gente ligada al tema del crimen organizado, pero también están los políticos y hasta uno que otro particular. Lamentable haca donde están conduciendo a la sociedad en general, a escenarios inseguros, y por otro lado a sectorizar la procuración e impartición de justicia, por sexo, no tardarán en hacerlo por edad, y hasta por creencia religiosa. Dijera por ahí mi comadre Chana, eso no se puede o se deba de tipificar como algo discriminatorio, ya que así como hay mujeres violentadas, también lo hay hombres, así como hay hombres que usan a los hijos para someter a la pareja, ocurre a la inversa, con la variante que el hombre no tiene leyes especiales que lo protejan. Abuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrr.