* El presidente de Kenia, William Ruto, pidió el pasado 14 de mayo disculpas en nombre de su Gobierno por no haber podido impedir las muertes
KENIA.- Los presuntos miembros de una secta cristiana que ayunaron hasta morir en el bosque de Shakahola, en el sur de Kenia, para reunirse con Jesucristo han aumentado a 251 después de que las autoridades descubrieron más cadáveres, informó la Policía en declaraciones recogidas hoy por los medios locales.
La comisionada regional de policía de la Costa keniana, Rhoda Onyancha, indicó que este martes, cuando se reanudó la tercera fase de las excavaciones en fosas comunes halladas en el bosque, los equipos de rescate hallaron nueve cuerpos, lo que eleva el total a 251 desde que empezaron las exhumaciones en abril.
El número de supuestos seguidores de la secta rescatados con vida asciende a 95, de los que 19 «han sido identificados por familiares», y se han tomado 93 «muestras de ADN», precisó Onyancha este martes ante los periodistas en el bosque. Hasta la fecha, 45 sospechosos han sido detenidos en relación con la llamada «masacre de Shakahola», y un total de 613 personas han sido reportadas como desaparecidas.
El ministro del Interior, Kithure Kindiki, prometió este martes que los equipos de rescate no dejarán a nadie en el bosque:
“Se abrirán caminos de seguridad (…) para ayudar en los esfuerzos metódicos y científicos de búsqueda y rescate, así como en la identificación de tumbas. No dejaremos a ninguno de nuestros ciudadanos en el bosque, vivo o muerto”
El ministro agregó que el Gobierno planea convertir el bosque en un monumento de homenaje a las víctimas para que «generaciones de kenianos recuerden lo que pasó aquí».
Casi todos los muertos de la «masacre de Shakahola» han sido exhumados de tumbas y fosas comunes en ese bosque, a excepción de unos pocos que murieron en el hospital por su estado grave.
Las autopsias de más de un centenar de cuerpos evidenciaron que, si bien todos mostraban signos de inanición, los cadáveres de al menos tres menores y un adulto tenían también rastros de estrangulación y asfixia.
Las primeras investigaciones de la policía apuntan a que los fieles eran forzados a seguir con el ayuno aunque quisieran abandonarlo.
El pasado 10 de mayo, el tribunal de Shanzu, en la ciudad costera de Mombasa, ordenó extender durante treinta días (iniciando el recuento el pasado 3 de mayo), la detención del líder de la secta que presuntamente persuadió a las víctimas para ayunar, el pastor Paul Mackenzie Nthenge, junto con su mujer y otros 16 sospechosos.
El 2 de mayo, Nthenge y los otros detenidos fueron puestos en libertad por el tribunal de la ciudad de Malindi, después de que la Fiscalía manifestara su intención de formular cargos de terrorismo contra ellos, algo para lo que esa corte se declaró incompetente.
Sin embargo, el pastor y sus cómplices fueron detenidos minutos después y trasladados al tribunal de Shanzu, a unos 120 kilómetros.
El presidente de Kenia, William Ruto, pidió el pasado 14 de mayo disculpas en nombre de su Gobierno por no haber podido impedir las muertes.
Nthenge, bajo custodia policial desde el pasado 14 de abril, lidera la Good News International Church (Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas).
Ex-taxista, el pastor ya fue detenido en marzo después de ser acusado de la muerte de dos niños en circunstancias similares, pero obtuvo la libertad bajo fianza.
Con información de EFE