CHOLULA.- Se escucha por ahí que algunos particulares están atentando contra la privacidad de ciudadanos, usando para ello drones, aparatos equipados con cámaras de video o fotografía, que manejan a distancia y sobrevuelan sobre inmuebles y en algunos hasta se llegan a meter a domicilios particulares, cometiendo un delito. Al respecto hay quienes no saben que procede, algo sencillo, ir a denunciar contra quien resulte responsable, ya que se está cometiendo un delito. Otros consideran que se deben derribar esos aparatos, lo cual se puede hacer y no existiría delito alguno en su contra, ya que están en su propiedad, invadiendo su privacidad. ¿Será? Se escucha por ahí que es una lástima ver y enterarse como personas con problemas psicológicos, agreden a inocentes animalitos, sobre todo callejeros, esos que se a cercan muy melosos y que buscan solo un poco de alimento o agua, o quizá una caricia, y se topan con sujetos enfermos mentalmente hablando y los hechos así lo demuestran. Ahí el caso del sujeto que toma a un perito a las puertas de una carnicería, y lo lanza sin miramiento alguno al cazo con manteca hirviendo, lo cual le costó la vida al animalito y el dueño, un niño queda con el corazón destrozado y un daño psicológico. Y todo porque el agresor, quien resultó ser un policía, ser de MORENA, estar en negocios turbios, se enojó con el carnicero y esa fue su manera de desquitarse. En las redes sociales se ven esas violentas agresiones, un sujeto llega a su carro estacionado en la calle, en la banqueta un gatito que lo ve, no se le acerca en lo más mínimo, solo observa al sujeto, el cual hace movimientos lentos, para no espantar al gato, se sube a la unidad, luego baja se le acerca y le provoca la muerte de un balazo. Luego como si no hubiera pasado nada, se aleja. Otro caso, un sujeto mata a un perrito que lleva atado del cuello, camina por la calle, hay quienes le reclaman sobre grotesca conducta, y el viejo, insulta y se aleja con el animalito ya sin vida por haber sido ahorcado. Y así muchos casos más. ¿Será? Se escucha por ahí que ya existen leyes para sancionar a esos agresores, por otra parte se le da mucha difusión de esos temas que causan algo más que simple indignación, pero poco se dice de las otras víctimas, de los dueños, como el caso del niño dueño del perro de la carnicería, y ahí hasta el mismo carnicero, por el daño que le causa que su cazo de carnitas fuera donde quedó el perrito, porque cuántos clientes podrá perder. ¿Será? Se escucha por ahí que la droga se encuentra por todas partes, que quienes la consumen la encuentran fácilmente, y el pleito entre los grupos que la venden, son despiadados, se matan unos a otros, y sus jefes tranquilos en casa, viendo cómo crecen sus cuentas bancarias. Por otra parte, las consecuencias al estar bajo los efectos de esas sustancias, son trágicas, ahí el caso de un padre adicto, intoxicado y desempleado, mata a su hijo de 10 años, deja lastimada a su hijita de 6, a su esposa de igual manera. ¿Podrá vivir ese sujeto, de manera tranquila? Por otro lado se tiene al alza la desaparición de jovencitas, algo que en Puebla no se veía con frecuencia, y cuando pasaba, al paso de los días aparecía la jovencita, o bien se había ido por problemas con sus padres, por no obedecer sus reglas en casa, o bien porque el novio la había convencido a fugarse. Hoy la mayoría de ellas desaparecen, nadie vuelve a saber de ellas, al menos en meses o algunos años, y lo peor cuando se encuentra el cuerpo sin vida de esa jovencita, agredida por quien decía quererla, amarla, y como no hacía lo que él le decía, simplemente la asesino. Decía la comadre Pancha, si será casualidad, pero desde que se permitió no solo hacer programas, películas, series, de personajes ligados al crimen organizado, a las drogas, se han elevado los índices de inseguridad, de agresiones físicas, de mujeres maltratadas, asesinadas. Pero también desde que un gobernante determinó borrar del programa escolar la materia de civismo, y por otra parte, padres de familia que optaron por “haz lo que quieras, no haces caso”, o bien “a mí no me dejaban, a mí no me dieron, a mí, a mí…”, la pérdida de valores, el perder el respeto a los padres, es perder el respeto a todos, las consecuencias, una sociedad más violenta, más intolerante, más agresiva, el hombre contra el hombre. Abuuuuuuuuuuuuuurrrrrrrrrr