La familia en la Edad Media
Por Jesús DE SANTOS GARCIA
CHOLULA.- La familia en la Edad Media. En el siglo V, a la caída del Imperio Romano, comienzan a formarse variedad de reinos. El cristianismo se fue expandiendo entre los bárbaros, el asentamiento de la autoridad episcopal en las ciudades y del monacato en los espacios rurales, San Benito de Nursia (480-547) es considerado el iniciador de la vida monástica en occidente. Todo esto constituyó una fuerza fusionadora de culturas y ayudó a asegurar la conservación de muchos rasgos de la civilización romana, como el Derecho Romano y la lengua latina.
Paulatinamente se va formando un sincretismo en el cual convergen elementos de distintas culturas, el cual termina en una síntesis o “cultura resultante” de mutua influencia. El mosaico europeo se completó hasta el año 1000.
En la Alta Edad Media (siglos VI–XI) la familia presentaba características de la sociedad romana. La familia la constituían, esposos e hijos; y un grupo de parientes, viudas, jóvenes huérfanos, sobrinos y esclavos. Todos los miembros de la familia estaban bajo la autoridad y dominio del varón, ya fueran hijos naturales o por adopción.
El padre es el protector y guardián de la pureza de sus hijas, así protegía su descendencia. Las mujeres tienen capacidad sucesoria.
Los bienes raíces pertenecen a la comunidad familiar. La mujer al casarse pasa a la autoridad del esposo, ahora el marido es su protector.
En las culturas bárbaras la joven tenía que aceptar las decisiones del padre. En varios concilios merovingios y en el decreto de Clotario II en el 614 prohíben casar a las mujeres contra su voluntad.
La Iglesia prohíbe determinantemente la poligamia y el incesto. En la prohibición de la poligamia se apeló a la indisolubilidad del matrimonio y a la monogamia, Fue hasta el s X cuando las normas eclesiásticas sobre la monogamia empiezan a surtir efecto. Existían leyes que autorizaban el divorcio, mientras que la Iglesia lo prohibía. La Iglesia desarrolla una legislación sobre el matrimonio, en la cual, el incesto estaba especialmente prohibido.
En términos generales, esta situación fortaleció la posición de la mujer, pues en el pasado el divorcio había equivalido, en la mayoría de los casos, al repudio de la mujer por parte del marido. La lucha de la Iglesia a favor de la indisolubilidad del matrimonio fue ventajosa para las mujeres, la prohibición del divorcio las protegía de la decisión unilateral del repudio por parte del marido.
La Iglesia luchó incansablemente y convenció a la sociedad europea que el matrimonio debía ajustarse a las normas cristianas: pareja heterosexual, monógama, fiel y fecunda es una construcción de la cultura. El matrimonio monógamo y fiel es un modelo construido por el cristianismo.
Fue hasta el siglo XII cuando se desarrolló una teoría coherente del matrimonio. Muchos siglos de sucesos que es difícil comprender a cabalidad…