El Punto de Vista Médico

CHOLULA.- Desde el momento en el que el Dr. Silkworth dio su primera recomendación de Alcohólicos Anónimos, muchas asociaciones médicas, así como multitud de médicos, han manifestado su aprobación por la comunidad. A continuación, aparecen algunos extractos de los comentarios de algunos médicos participantes en la reunión anual de la Asociación Medica del Estado de Nueva York, en la que se presentó una ponencia sobre Alcohólicos Anónimos:

El Dr. Foster Kennedy, neurólogo, dice: “La organización de Alcohólicos Anónimos apela a dos de las fuentes más grandes de poder conocidas por el ser humano: La religión y el instinto de asociarse con sus semejantes… el instinto gregario. Creo que nuestra profesión debe reconocer este magnífico recurso terapéutico. Si no lo hacemos tendremos que declararnos culpables de esterilidad emocional y de haber perdido esa fe que mueve montañas, sin la cual es poco lo que la medicina puede hacer.”

El Dr. Kirby Collier, psiquiatra, expone: “Tengo la impresión de que Alcohólicos Anónimos es una asociación por y para si misma, y que sus mejores resultados pueden conseguirse bajo su propia dirección como consecuencia de su filosofía. Cualquier procedimiento terapéutico o filosófico que registre un índice de recuperación del 50% al 60% merece nuestra consideración.”

El Dr. Harry M. Tiebout, psiquiatra, explica: “Como psiquiatra, he meditado mucho sobre la relación entre mi especialidad y Alcohólicos Anónimos, he llegado a la conclusión de que nuestra función particular puede sr muy a menudo la de preparar el terreno para que el paciente acepte cualquier tipo de tratamiento o ayuda ajena. La función del psiquiatra, como la concibo ahora es acabar con la resistencia interna del paciente, a fin de que lo que tiene dentro de si florezca, como lo hace bajo la actividad del programa de Alcohólicos Anónimos.”

Hablando bajo el auspicio de la Asociación Médica Norteamericana, en una emisión de la NBC EN 1946, El Dr. W. W. Bauer dijo: “Los alcohólicos anónimos no hacen ningún tipo de cruzada, no se trata de una sociedad que aboga por la abstinencia de las bebidas alcohólicas. Los miembros de Alcohólicos Anónimos saben que no se pueden beber nunca. Ayudan a otras personas con problemas parecidos… En este ambiente, el alcohólico frecuentemente supera su ensimismamiento. Aprendiendo a depender de un poder superior al permitir que su trabajo con otros alcohólicos le absorba, se mantiene sobrio dio con día. Los días se transforman en semanas, las semanas en meses y años.”

El Dr. John F. Stouffer, jefe de psiquiatría del hospital general de Philadelphia, aludiendo a su experiencia con Alcohólicos Anónimos dijo: “Los alcohólicos que atendemos en nuestros hospitales son, en su mayor parte, son aquellos que no pueden costearse un tratamiento privado; Alcohólicos Anónimos es. Con mucho, la mejor cosa que les hemos podido ofrecer. Incluso en aquellos que a veces reingresan en el hospital, vemos una transformación profunda de personalidad. Apenas se les puede reconocer.”

La Asociación Psiquiátrica Norteamericana pidió en 1949 que fuera elaborada una ponencia por uno de los miembros más experimentados de Alcohólicos anónimos, para ser presentada ante la reunión anual de la Asociación ese mismo año. Más tarde, el discurso fue publicado en el número de noviembre de 1949 de la revista de Psiquiatría Norteamericana.