CHOLULA.- Este tema es muy importante cuando se busca la identificación del alcohólico, pues le proporciona una esperanza de vida, una opción dentro del sufrimiento que vive el alcohólico que está bebiendo, y no sabe cómo puede empezar, cual es el camino que debe seguir.
Comprender que su problemática puede reducirse a solo veinticuatro horas o tal vez menos, porque en realidad esa es la medida de tiempo que puede disponer, marca la diferencia entre querer o no querer dejar de beber.
LOS DOCE PASOS.
- Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.
- Llegamos al convencimiento de que un poder superior podría devolvernos el sano juicio.
- Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos.
- Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
- Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos.
- Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de todos estos defectos de carácter.
- Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos.
- Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
- Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.
- Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.
- Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
- Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a los alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros actos.