Tú pecado mi delirio, poesía de la tinta al corazón

Entrevista con la poeta y escritora, Ana Isabel Hernández Beltrán

Por: Angélica DE LOS SANTOS

CHOLULA.- " Y al escribir, te busco el modo y consigo de ti, la respuesta inesperada que provoca ruborizarme en la oficina… un destello en mis labios, enmarcas mi sonrisa más fina y la mirada más perversa".

Contigo en las letras, Ana Isabel Hernández Beltrán La poesía hoy en día es imprescindible, es el único hilo con el que se puede reparar el tejido social.

Nos obliga a mirar dentro de nosotros y reconocernos como iguales, lejos de todas las divisiones impuestas. A pesar de ser siempre tan castigada por los medios y el mercado, la poesía sigue abriéndose paso desde siempre porque no es un bien de consumo, es el derecho a soñar y construir con palabras un mundo nuevo. Nos dimos a la tarea de platicar con la poeta tapatía Ana Isabel Hernández Beltrán, quien desde algunos años radica en San Pedro Cholula.

"Nací en Guadalajara Jalisco, aunque con corazón Sinaloense, pues viví 7 años en el puerto, donde reconocí el verdadero valor de la música de banda, sus sones. A los dieciocho años conozco y me establezco en San Pedro Cholula, donde nacen los motores de mi vida; mis tres hijos" Platícanos Ana Isabel, ¿Cómo llega a ti la poesía?

Todos los días descubro la poesía, pero a partir de los 15 años que la empece a disfrutar. Inicié escribiendo artículos políticos, nada que ver con el género y en ese paso, conocí las letras del autor, Óscar Chávez. Al transcurrir los años, se les presenta la oportunidad de participar dentro del marco de la Feria del libro independiente poblano, presentando así su primer poemario.

¿Quiénes son los poetas o escritores que te han inspirado en tu trabajo literario?

Ángeles Mastretta, Gabriela Mistral, Mario Benedetti.

"Defino la poesía como el oxígeno del mundo, el núcleo del alma, pienso que es la conexión de todos nosotros. Su función es unirnos desde una perspectiva noble y amorosa".

¿Cuál ha sido tu camino en el mundo literario?

Entre menesteres eróticos, románticos y políticos, incursione en el ambiente cultural como directora de un proyecto que me lleva a conocer numerosos artistas de este mismo rubro. En el 2015 participo en el Festival Eros Puebla y ya en el 2016 me integro como parte de su comité organizador.

Publiqué de manera independiente: Tú Pecado Mi Delirio.

¿Qué acciones te gustaría que se llevarán a cabo en nuestro municipio, para fomentar la creación de poesía, pero sobre todo, el acercamiento de la población a su lectura?

Me gustaría que abrieran foros de expresión para adolescentes y jóvenes, con una estrategia motivadora para ellos y ellas. Que sea , el arte y la cultura redituable para el artista y que no siempre nuestros Ayuntamientos y/o Gobiernos, pretendan que nuestras participaciones son siempre gratuita.

Apoyos económicos mediante concursos literarios.

Ana Isabel fue conductora del programa cultural llamado "La lotería del arte" en la barra programática de Site Puebla Radio. Dedicada a ser conexión entre las personas y al manejo de cierre de ventas, está en proceso de un gran proyecto para el 2021 del que pronto tendremos noticias.

"Estoy dándole los últimos toques a mi novela "Amalia", que deseo muy pronto pueda ser publicada. Uno de mis propósitos, es expandir la cultura de la narrativa erótica dentro de su fino contexto y de su real significado". Como un regalo para nuestros lectores, la escritora nos regala un adelanto de Amalia:

Primera parte, Capítulo I

Otoño, 15.

Chocolate y sangre.

El sol radiante y el intenso viento, anunció la llegada del mismo demonio encarnado en la más sublime belleza, Amalia pegaba unos gritos que a cualquiera le harían subir y bajar la presión arterial como la aguja de una brújula desorientada.

– Ya te oí llegar Ramiro, ¿ qué te traes en las manos?

– Nada Coco, nada.

– ¿Y qué dijiste?, a esta vieja ya la engañé… pues no, ven, ¡trae acá!

Coquito, era la Señora con más canas de la casa de los Fernández. Había vivido con ellos desde que la niña Aurora, madre de Amalia, nació. Todos la respetaban y escuchaban sus cuentos que aliviaban hasta el alma más jodida.

Coco tenía un carácter fuerte, amargo a veces, necia y jamás se equivoca, en serio, jamás.

El día en qué vino al mundo Amalia, parecía el mismísimo día final. Los perros no dejaban de ladrar y algunos, aullaban. Todos en el pueblo, querían conocer a la pequeña Amalia.

Coco preparaba chocolate caliente y espumoso con canela, lo sirve en jícara para las Señoras que llegaron con sus plebes a la casa.

Ramiro entró a su recamara, guardó aquel pañuelo que llevaba entre sus manos y que no quiso mostrar a Coco, lo ocultó en el semanario de Aurora, para ser exactos, en domingo.

Se enjuagó las manos llevándose agua fría a la nuca, elevó su rostro, se persigno, respiro profundamente y salió a conocer a Amalia.

– ¿Qué dice usted? Coco hablaba con alguien en la bocina.

– Señora, le estoy diciendo que urge hablar con Don Rafael, tiene que venir a ver esto, es urgente.

Coco, supo en ése instante, que la vida de todos los Fernández, daría un giro impresionante y doloroso.

Continúa…

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