* Iban por el sueño americano en El Paso Texas
Por: Jorge GÓMEZ CARRANCO
CHOLULA.- El lunes 28 de junio las familias de mexicanos migrantes, así como los centroamericanos que buscaban desesperadamente saber de sus seres queridos que iban en busca del sueño americano, les daban la noticia fatal de sus vidas, el fallecimientos de sus seres queridos al identificar a 51 personas que fueron abandonadas en un tracto-camión, sin aire acondicionado, bajo el sofocante calor de Texas; el macabro descubrimiento es una de las peores tragedias que involucra a migrantes en Estados Unidos en años recientes, y se da cinco años después de un incidente mortal con características similares que ocurrió en la misma ciudad del centro de Texas, a pocas horas de a frontera con México.
La falta de coraje para lidiar con una reforma migratoria está matando y destruyendo vidas, San Antonio fue epicentro de una tragedia similar en el 2017, cuando 10 personas murieron sofocadas en un contenedor que viajaba hacia Estados Unidos y que tenia el aire acondicionado dañado y los orificios de ventilación estaban tapados.
La identidad de los mexicanos fallecidos y hospitalizados ha podido corroborarse por los documentos personales con los que viajaban; falta que coincidan con sus huellas dactilares para que se tenga la certeza de la nacionalidad de las víctimas.
Sin duda alguna se trata de la mayor tragedia migratoria que prende un foco rojo, pues no hay cifras tan grandes en el suelo estadounidense que precedan un acto de horror como lo sucedido.
Los cancilleres de México, Guatemala y Honduras trabajaron de manera conjunta manteniendo comunicación con el secretario de seguridad interior Alejandro Mayorkas, para brindar atención inmediata a las familias de las víctimas. Se pide que todo el peso de la ley sea aplicado a los responsables que traficaban con las vidas de estas personas que confiaron su integridad por alcanzar un sueño americano que terminó tristemente con su vida.
México debe dar a conocer su postura sobre este acontecimiento y hacer el reparto de responsabilidades y trabajar de la mano con el país vecino para ubicar y sancionar a los responsables de esta tragedia. Lo mínimo que las autoridades Mexicanas podían hacer a través del Instituto de Migración es asumir los gastos para traer y velar en México los cuerpos de los fallecido, de verdad mis estimados lectores que es imperdonable que se sigan perdiendo vidas inocentes por el tráfico de migrantes, explotar a individuos vulnerables por dinero es un acto vergonzoso, al igual que lo son las politiquerías relacionadas con cualquier tragedia, y el gobierno debe continuar haciendo todo lo posible para impedir que contrabandistas y traficantes se aprovechen de personas que tratan de ingresar a los Estados Unidos.
El sur de Texas ha sido durante mucho tiempo la zona más transitada para cruces ilegales de la frontera; las autoridades estadounidenses descubren camiones con migrantes en su interior casi a diario. Los migrantes suelen pagar entre $8.000 Y $10.000 dólares para que los lleven a través de la frontera, los carguen en un camión y los lleven a San Antonio, donde los transfieren a vehículos más pequeños para sus destinos finales en diversas partes de Estados Unidos, las condiciones de los migrantes varían mucho, incluyendo la cantidad de agua que reciben los pasajeros y si se les permite llevar teléfonos móviles. Con la frontera tan cerrada como se encuentra hoy en día para los migrantes de México, Guatemala, Honduras y el Salvador, las personas se han visto obligadas a tomar rutas cada día más peligrosas. La gente que acudió al auxilio y en apoyo expresaron tristeza, frustración y molestia por los fallecimientos a lo cual describieron como un sistema migratorio defectuoso y como resultado tenemos muertes imputables a Biden, ya que son el resultado de su política letal de fronteras abiertas, pero también al Presidente de México pues las limitadas oportunidades provocan el desplazamiento de inmigrantes dejándolos en manos de narcotrabandistas, alimentando un inescrupuloso comercio que amenaza la vida de gente desesperada