CHOLULA.- Cuando llagué a la terapia del Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos, lo hice convencida de que ya no podía más, de que necesitaba ayuda, una esperanza.
Tenía muchos problemas con mi familia, especialmente con mis hermanos, me la pasaba peleando con ellos por todo. Después continuaba con mi madre, sobre todo porque los defendía. Sentía que me ahogaba, que nadie me entendía incluso varias veces me fui de la casa a vivir con unas tías. No podía evitarlo, todo me disgustaba. Mi madre me decía que estaba mal, que necesitaba ayuda. Mis hermanos me llamaban “neurótica” y eso me dolía y me enojaba aun mas, porque me después me quedaba sola y muy triste.
Asistir a las sesiones del Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos me ha dado la oportunidad de ver la vida de otra manera. Hoy ya no tengo tantos problemas con mi familia. Ellos me perciben cada vez mas tranquila. me gusta estar en casa y sentir que puedo contar con ellos.