De vacunas, libre albedrío y sociedades

Por: Dr. Omar ROJAS VÁZQUEZ

Mucho se ha dicho acerca de la vacuna, en general, que se ha desarrollado contra el SARS-CoV2, las opiniones se han dividido y mientras muchos esperamos ansiosos recibir la dosis, otros tantos la rechazaran por el simple hecho de que pueden hacerlo.

Con el paso de los años, nuestra sociedad ha visto que la mejor manera de prevenir las enfermedades, y en algunos casos, erradicarlas de la población, es mediante el desarrollo de vacunas, las cuales se clasifican en dos grandes grupos, las virales y las bacterianas, las primeras se subdividen en dos: las compuestas por virus vivos atenuados y virus muertos o inactivos, los virus vivos atenuados son composiciones enteras, mientras que los inactivos pueden ser virus completos o subunidades de los mismos.

Mismo caso con las vacunas bacterianas, que se dividen en bacterias vivas atenuadas y muertas o inactivas, ambos tipos deben poseer la composición completa de la bacteria en cuestión.

Países como México, considerados dentro del tercer mundo, poseían hasta hace unos años, una de las carteras de vacunación mas completas y accesibles del mundo, considerada por muchos países como el mejor esquema, pues pese a todo, se garantizaba la gratuidad de este.

El método científico, ese que se nos esbozo en la secundaria y al que nadie le puso atención, es utilizado para todo propósito de investigación, incluyendo el desarrollo de vacunas en el mundo, las pruebas y controles que deben de pasar los prospectos son extremadamente rigurosos, y como dicta el mentado método, los resultados son comparables y replicables, logrando así que los prospectos sean comparados en varias partes del globo y puedan ser aprobados, generalmente, el desarrollo de vacunas toma décadas, como ejemplo, la vacuna del VIH, una pandemia que lleva 40 años asolando al mundo, se encuentra apenas en fase 3, con más de 20 años de investigación de respaldo.

El desarrollo logrado con la vacuna contra el SARS-CoV2, puede ser considerado el más grande éxito de este siglo, pues en meses se ha logrado el trabajo de décadas, el cual ha iniciado desde cero, si bien se ha priorizado en la agenda mundial, los filtros por los que los candidatos a vacuna han pasado son probablemente más rigurosos que cualquier otro aplicado al mismo rubro.

Si bien la vacuna representa la luz al final de este largo y tortuoso túnel, el libre albedrío puede ser la piedra con la que tropecemos una y otra vez en este camino, pues diversas corrientes de pensamiento, enfocadas en la ignorancia y las conspiraciones, suponen que un bien común, como lo es la vacuna, será usado para fines distintos al original, haciendo que el movimiento antivacunas, de por sí numeroso, engrosen sus filas con detractores de la nueva vacuna contra el COVID.

Es así como un deber colectivo, la vacunación, queda oprimido por el egoísmo, la ignorancia y la desinformación, al final del día, la propia naturaleza se encargará de hacer valer su ley.

Libre de virus. www.avast.com