“Aquel que hoy es calificado de profeta antiguamente hubiera sido llamado vidente. Profeta, en efecto, es aquel que ve las cosas situadas completamente fuera de la posibilidad del conocimiento natural del hombre”.
– Michel de Nôtre-Dame
Las profecías de Nostradamus son, sin temor a exagerar, uno de los textos más popularizados en el mundo moderno por creerse que en ellos se devela el porvenir de la humanidad, e incluso el fin del mundo, o por lo menos el del inicio de un gran cambio global. Vale la pena adentrarse en ellos, pero desde diferentes perspectivas. Porque, más que “profecías” son textos literarios ambiguos en los que cada quien ve lo que quiere ver.
El deseo de adivinar el futuro y así tener en nuestras manos el control de nuestro destino sigue siendo una búsqueda latente en el corazón de muchas personas, y aunque es dudosa la veracidad de publicaciones como profecías o revelaciones, también se puede tener fascinación por ellas. Los profetas, más allá de Nostradamus, siempre han sido vistos de forma extraña, con temor y admiración.
A continuación revisaremos las predicciones de Michel de Nôtre-Dame, mejor conocido como Nostradamus, médico, botánico y poeta francés; haremos un breve recuento de su vida; y posteriormente listaremos los sucesos que supuestamente confirmaron sus palabras, en particular, los eventos del turbulento 2020.
“Tan esperado no volverá jamás,
Dentro de Europa, en Asia aparecerá,
Uno de la liga salido del gran Hermes,
Y sobre todos los Reyes de Oriente crecerá”
– Centuria IX, LXXV. Las Profecías.
Michel del Nôtre-Dame, ¿el padre del porvenir?
Saber el momento en el que la humanidad se hizo consiente del valor que tenía el futuro y a partir de qué hecho histórico trató de controlarlo es, con exactitud, algo incierto. Desde hace muchos siglos, como especie, hemos caminado hacia un destino desconocido y hemos presenciado acontecimientos que algunos predijeron con anterioridad. El destino de Babilonia y la llegada de Cristo, la liberación del pueblo de Judea y otros tantos eventos han sido profetizados por personajes históricos como Isaías o Moisés, pero quien nos interesa aquí es un hombre que para los años 1500, en pleno desarrollo de la Edad Moderna, el auge económico de la burguesía y las reformas al pasado clásico, abandonó todo para dejarse guiar por un llamado místico muy similar al de la fe: Michel de Nôtre-Dame mejor conocido como Notradamus.
Sus 942 cuartetas poéticas reunidas en Las Profecías salieron a la luz por primera vez en 1555, año para el que Michel había perdido a su familia y sus estudios en la Universidad de Aviñón por dos brotes de la peste bubónica. Al dejarse seducir por las artes adivinatorias de la astrología y cosechar en Italia un importante interés por los secretos místicos de la Historia, llegó hasta el hogar de los Médici, donde fue Catalina, la reina odiada, quien se convirtió en su protectora y partidaria, pues las autoridades clericales lo persiguieron no solo por desempeñarse como profeta, sino por publicar una serie de almanaques con predicciones no autorizadas.
¿Qué son Las Profecías de Nostradamus y de dónde surgieron?
Las cuartetas de Nostradamus, o Las Profecías, son la obra cumbre del médico y se basaron en precedentes históricos y literarios de Francia, Italia y sus alrededores. Aunque fuentes académicas y oficiales refutan el trabajo del boticario y dan importancia únicamente a su calidad como escritor, todavía hay quienes creen en las interpretaciones de lo aseverado por el autor.
Michel de Nôtre-Dame tuvo problemas con la Santa Inquisición francesa por sus conocimientos sobre plantas medicinales, minerales y su “inspiración especial“. Las interpretaciones que sus textos reciben quedan fuera de cualquier versión oficial, ya que el médico no dejó ningún otro vestigio tras su muerte. Por desgracia, las malas traducciones de Las Profecías han provocado que se perdiera gran parte de la calidad original de las palabras del autor.
¿Qué hay en Las Profecías de Nostradamus?
Para entender por qué pueden resultar tan ambiguas y abiertas a cualquier interpretación Las Profecías de Nostradamus primero es necesario conocer la forma en que fueron elaboradas. En un principio escribió en francés del siglo XVI pero, para evadir la censura eclesiástica, posteriormente prefirió un lenguaje extremadamente críptico que mezclaba griego, italiano, latín y provenzal; además hacía múltiples omisiones y cambios de palabras y conceptos para hacer indescifrables estos textos, así como para lograr las métricas de poesía deseadas, según los estudiosos de su obra.
Las Profecías incluyen figuras retóricas como apócopes, metátesis y anagramas, también están repletas de metáforas y poseen, como resultado, un lenguaje poético bastante desarrollado. Los versos de Nostradamus han tenido un gran número de traducciones debido en buena medida a ser una obra de dominio popular de la obra. De ahí que abunden versiones con traducciones de dudosa calidad que no fue realizada por personas con suficiente conocimiento literario e histórico. Si se contabilizan sus almanaques, Las Profecías de Nostradamus sumarían más de seis mil, supuestamente basadas en los conocimientos del autor acerca de astrología, meditación y un poco de bibliomancia, la adivinación que se realiza a partir de textos al azar de un libro.
Además, a su trabajo se suma la influencia de otras obras de corte profético y otras de tipo científico como la Biblia y su Libro de las Revelaciones o Apocalipsis, El Grimorio de Frater Iontas, de Liber Mirabilis y hasta Sobre los giros de los ejes celestes de Nicolás Copérnico.
Antes de arrancar con este punto, debemos destacar cuál es el secreto de la aparente vigencia de Las Profecías de Nostradamus. El lenguaje metafórico de sus poemas provoca que de estos se desprendan diversas interpretaciones que se adaptan y readaptan en distintas épocas. Es decir que un texto o cuarteta aún puede usarse en diferentes épocas y contextos, y, por el carácter ambiguo de los símbolos que utiliza, jamás se fijan en una época específica. Asimismo, es importante no olvidar que el contexto que rodeaba al escritor es el del Renacimiento, por lo que se tiene una gran recopilación de temas que podríamos considerar universales.
¿Qué acontecimientos importantes supuestamente predijo Nostradamus a lo largo del tiempo?
Entre los acontecimientos supuestamente predichos por Nostradamus están:
La Revolución Francesa:
“Del populacho esclavizado,
canciones, cantos y demanda:
mientras que príncipes y señores son mantenidos cautivos en prisiones”.
El imperio de Napoleón Bonarparte:
“Nacerá un emperador cerca de Italia,
que costará muy caro al Imperio,
dirán con qué gentes hace alianza
y encontrarán que es menos príncipe que carnicero”.
La Guerra Civil Española:
“De castillo Franco saldrá asamblea,
el embajador no grato será cisma:
los de Ribiere estarán en pelea,
y en el gran abismo negarán la entrada”.
La Segunda Guerra Mundial:
“De lo más profundo del Occidente de Europa,
de gente pobre un niño nacerá
que por su lengua seducirá a las masas,
su fama en el reino de Oriente más crecerá”.
El asesinato de J.F. Kennedy:
“El gran rayo cae de día,
mal y predicho por portador postulado:
siguiente presagio cae de noche,
conflicto en Reims, Londres, etrusca bubónica”.
La Guerra del Golfo Pérsico:
“Por fuego y armas, no lejos del mar Negro
vendrá de Persia para ocupar Trebizonda.
Fato y Methelin temblarán, Sol alegre,
el mar de Adria se cubrirá de sangre árabe”.
La caída de Las Torres Gemelas:
Además de hechos como el holocausto nuclear que se describió así en la Centuria III:
“En el templo cerrado el rayo penetrará,
Los ciudadanos extenuados en sus fuertes:
Caballos, bueyes, hombres la onda los, tocará
Con hambre, sed los más débiles armados.
Sobre las picas de los fugitivos fuego del cielo,
Conflicto próximo de los cuervos jugueteando,
Desde tierra se implora ayuda socorro del cielo,
Cuando junto a los muros estarán los combatientes”.
O sucesos menos catastróficos como el invento del aeroplano, que se narró así en la cuarteta LXXV de la Centuria ll:
“La voz oída del insólito pájaro
Sobre el canal del respirable plano:
Tan alto verá del trigo la medida,
Que el hombre del hombre será antropófago”.
Una plaga surgida de una ciudad marítima
La pandemia por el Coronavirus, iniciada por un brote en Wuhan, China, es sin lugar a dudas el acontecimiento más importante de las últimas décadas, porque al mundo entero le ha costado reajustes sociales, económicos y políticos. Hay quienes señalan que Nostradamus habría escrito en la Centuria ll, cuarteta LIII acerca de esta enfermedad, que ha cobrado la vida de miles de personas.
“La gran peste de ciudad marítima,
No cesará hasta que muerte no sea vengada
Condenada sin crimen del justo sangre tomada,
De la gran dama por disimulo no ultrajada.”
En contexto, Wuhan sería la ciudad marítima, y la sangre justa condenada sin crimen podría atribuirse al presunto mercado de animales donde el virus se propagó, o bien a la muerte de las miles de personas contagiadas.
Sin embargo, cabe señalar que, a lo largo de la historia de la humanidad, han acontecido decenas de epidemias y pandemias en varias partes del mundo. Por lo que hablar de una peste en una ciudad marítima que provoca muertes no es decir nada novedoso ni muy específico.
La muerte de un importante mandatario
Una de las profecías más controversiales de Nostradamus, y que algunos piensan que sucederá este año, es la de la muerte de un mandatario. La cuarteta LVII que reza esta profecía se encuentra en la Centuria I y dicta:
“Por gran discordia la tromba temblará,
Acuerdo roto levantando la cabeza al Cielo,
Boca sangrante en la sangre nadará,
Al suelo el rostro untado de leche y miel”.
Otros consideran que esta cuarteta podría referirse al juicio político por el que pasó Donald Trump tras una “gran discordia” por un “acuerdo roto”. No obstante, es necesario recordar que el político estadounidense salió bien librado de dicho proceso, por lo que es extraño que se profetice un hecho que no llevó a nada.
Sin lugar a dudas el misterio en torno a Nostradamus seguirá vigente mientras exista la humanidad, pues hasta el día en que el Sol se apague o nuestra especie perezca, seguirá en ella el deseo interno por conocer su destino.
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